El final de la contienda electoral se centra en los estados bisagra y los candidatos incrementan sus estrategias coyunturales.
La carrera por la Presidencia de Estados Unidos está por llegar a su fin, mientras los candidatos de los partidos republicano y demócrata acuden a los estados clave para tratar de ganar el voto de la población. También es el voto de algunos grupos de ciudadanos que podrían ser decisivos en el voto popular.
Nevada, Arizona, Carolina del Norte, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia son los estados que según el histórico de las elecciones no tienen una tendencia definida. En los últimos días, los dos candidatos de los partidos tradicionales han incrementado sus visitas y enfocado sus esfuerzos en esos siete estados.
La vicepresidenta y presidenciable demócrata, Kamala Harris, se ha hecho acompañar de figuras de su partido, como el mandatario Joe Biden y el exgobernante Barack Obama, quien estuvo en Wisconsin y Michigan. Por su parte, el exmandatario republicano Donald Trump ha incrementado su presencia en Carolina del Norte y Pensilvania, donde incluso estuvo a cargo de la freidora en un McDonald’s.
Mientras tanto, por lo menos 35 millones de votos se habían hechos de manera temprana, según los datos oficiales hasta el viernes 25 de octubre. De esos votos, más del 65 por ciento eran de no hispanos blancos y otro 22 por ciento de no hispanos negros. Los votos anticipados de hispanos solo corresponden al 2 por ciento.
Voto latino
A pesar de esto, los ciudadanos estadounidenses latinos son cerca de 13 millones, según medios internacionales. En las últimas semanas, los candidatos se han enfocado más en este grupo étnico, sobre todo la candidata Harris. Centros de estudio norteamericanos advirtieron que en Pensilvania, Georgia y Arizona la cantidad de población latina creció exponencialmente en los últimos 20 años, pero más del 70 por ciento del total no tiene información sobre los candidatos.
Específicamente respecto a los guatemaltecos en Estados Unidos, según los datos de la Cancillería más actualizados, hay 3 millones 256 mil y solo en los estados cruciales hay más de 385 mil.
En esa línea, el politólogo Rubén Hidalgo explica cómo las campañas electorales y las promesas que hacen en torno a la migración tienen un impacto en los migrantes con estatus legal, además de que los hispanos se han convertido en una de las minorías votantes más importantes.
«El antagonismo en la forma que se maneja el tema migratorio de los Estados Unidos en campaña electoral ha impactado y ha dividido al latinoamericano ya radicado y ciudadanizado, porque hay una división entre quienes consideran que el país debe continuar siendo un territorio que valore y respete la migración y hay otro gran bloque que considera que ya hay suficientes migrantes de forma no documentada y que esto puede significar detrimento de los niveles de vida», detalló el experto.
De la misma manera, el catedrático de la Universidad Rafael Landívar, Javier Corona, sostuvo que a pesar del aumento de latinoamericanos en el país norteamericano, no han sido una prioridad para el gobierno y tampoco lo ha sido la región. Ahonda en que esto puede entenderse también como una respuesta y búsqueda de autonomía por parte de los países latinoamericanos.
«Tanto Harris como Trump tienen que apelar a esta demografía que ya se consolidó, una demografía también de nuevas generaciones que necesitan ganarse a ese público -porque representan votos- para que el candidato que llegue a la Presidencia tenga incentivos para afianzar más su relación por Guatemala», comentó.
Añadió que una contestación a esa falta de preferencia con Centroamérica y la región es la postura de países como Nicaragua, El Salvador y Costa Rica de mantener relación bilateral con la República Popular de China y no reconocer a Taiwán.
Hidalgo exploró la posibilidad de que los migrantes guatemaltecos que voten centren su decisión en el candidato que tenga las propuestas migratorias que más les beneficien, más que enfocarse en cuestiones de fondo del aparato estatal estadounidense o de la relación bilateral entre los países.
«En una gran mayoría me parece que un porcentaje va a decidir apoyar al candidato que le genere más seguridad en el proceso migratorio al cuál está sujeto y esta persona pueda continuar desarrollando su estatus migratorio sin muchas limitaciones», indicó.
Estados pendulares
Entre los estados donde más votos anticipados se han emitido y también son bisagra se puede mencionar a Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte y Georgia. En los estados que se registran menos votos anticipados o sin datos suelen ser los que tienen una tendencia republicana, aunque también hay algunos demócratas.
Aunque los votos de los colegios electorales son los determinantes, el voto popular tiene un peso en la decisión que el colegio tomará para realizar la votación.
«Al ganar un estado en las urnas con el voto ciudadano esto automáticamente activa al colegio de electores. Entonces una cosa desencadena a otra, al ganar en las urnas representa tener mayor garantía de ganarse el respaldo del colegio electoral», profundizó Hidalgo.
Los estados claves tienen la particularidad de que son moldeables y ese aspecto es importante en la estrategia electoral de los candidatos, según el análisis de Corona.
«La -estrategia- más general es el voto popular que puedan ganarse en los estados pendulares, pero hay que considerar también que parte de la contienda electoral estadounidense y lo que la hace muy particular, son las elecciones primarias. Lo interesante es que todos los miembros de los colegios electorales de ambos partidos van a hacerse de estrategias para tratar de tener siempre una mayoría tanto de demócratas o de republicanos», concluyó el internacionalista.