Nuevas inversiones, ampliación de muelles comerciales y terminales especializadas de carga a granel, es lo que se necesita para satisfacer la demanda de embarque en los puertos nacionales.
La infraestructura portuaria nacional se encuentra estancada desde el 2018 con un nivel de recepción de 550 mil contenedores al año, solo en las terminales del Atlántico, mientras la demanda supera los 700 mil. Los puertos tampoco pueden recibir barcos de mayor tamaño, lo que dificulta el transporte de productos a granel.
Esa fue una de las conclusiones del conversatorio “La importancia de la infraestructura portuaria para la competitividad”, que llevó a cabo el Instituto para la Competitividad Económica (ICE), y que reunió a un panel de expertos.
En el foro se presentó un diagnóstico de la infraestructura portuaria a escala global, para concluir en la situación actual de la eficiencia de los puertos, así como la capacidad portuaria en Guatemala, y en la cual se recalcó en la necesidad de aumentar la demanda de nuevos proyectos o programas de inversión, ya sea de empresas públicas o con la participación de otros actores.
Durante el evento, los representantes del Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala (Cutrigua), reiteraron que los volúmenes de comercio exterior (exportaciones e importaciones) ha crecido en Guatemala en las últimas dos décadas, pero se cuenta con la misma infraestructura, por lo que su capacidad estaría llegando a puntos críticos antes de tres años si no se impulsan nuevas inversiones.