El presidente de la Comisión de Derechos Humanos observa violaciones de fiscales y jueces en casos abiertos por el Conflicto Armado Interno.

La comisión legislativa de Derechos Humanos está presidida este año por Antonio Arenales Forno, del bloque Valor, y tendrá entre sus tareas principales elegir al próximo procurador de Derechos Humanos.

Apenas el año pasado esta misma comisión, presidida entonces por Álvaro Arzú Escobar, intentó destituir al actual procurador, a quien señaló de no cumplir con su trabajo, ya que, a criterio de algunos congresistas, se centraba en contiendas de tinte político e ideológico.

Arenales Forno aseguró que ahora hará un proceso de elección transparente y sin sesgos, por lo que abrirán las puertas de la Comisión y harán públicas sus reuniones.

¿Qué podemos entender por Derechos Humanos?

Los derechos humanos son la base y el fundamento de todos los estados modernos de Derecho; es decir, la primera gran declaración de la cual nacen los Derechos Humanos, con la Revolución Francesa.

Luego, a través del siglo XIX fue aumentando el número de declaraciones y en el siglo XX, sobre todo después de las guerras, se comenzaron a celebrar convenciones de Derechos Humanos, que ya tienen un carácter de obligatoriedad y crean mecanismos que supervisan su vigencia.

¿Cuáles son los principales retos o tareas que tiene este año la Comisión de Derechos Humanos?

Retos habrá siempre, lo que pasa es que ahora vamos a tener dos cuestiones inmediatas de mucha importancia. Una de ellas es el mecanismo nacional contra la tortura; hay que terminar de integrarlo, porque son cinco miembros. Hay que elegir tres y a dos aún no vence su período.

Este órgano es importante. La Comisión Contra la Tortura creó el Comité Contra la Tortura, integrado por varios países, que vela por que se termine con la tortura o tratos crueles enfocados a los más vulnerables o susceptibles, que son las personas privadas de libertad.

Se vela en todo centro de privación de libertad, que no son solo cárceles, sino hospitales y siquiátricos, todo lugar donde haya personas privadas de libertad.

El segundo tema de gran importancia es la elección de procurador de los Derechos Humanos. Después de la convocatoria, en la próxima sesión, se tienen 70 días para recibir la currícula de aspirantes para que el pleno elija al procurador.

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¿Es importante para Guatemala la figura del procurador de los Derechos Humanos?

Mecanismos de Derechos Humanos hay muchos, unas 10 o 12 convenciones. El procurador es el mecanismo nacional, colabora en la procuración de las garantías de los derechos humanos con todos los comités internacionales.

Viene de un mecanismo no convencional de Naciones Unidas y, por supuesto, el procurador coopera y con él colaboran. Tiene una gran importancia.

¿Qué percepción tiene del trabajo que ha desempeñado el actual procurador?

Como todos los procuradores que ha habido, ha tenido cosas buenas y cosas malas.

Lo que no me ha gustado del rol de algunos es que su función es promover, cooperar, recomendar; no que algunos se han concentrado en denunciar. No es lo correcto, pero creo que juega un papel fundamental en la promoción y vigilancia del cumplimiento de los derechos humanos.

El procurador debe estar vigilante de que todas las funciones del Ejecutivo y Legislativo sean adecuadas y correctas para la garantía de los derechos humanos. Creo que esa es su función y gran utilidad, emitir recomendaciones para los cambios y las formas que se necesiten hacer.