Según datos oficiales, Guatemala registró una inflación interanual de 3.62% en junio pasado, en medio de una crisis por daños a la infraestructura y la agricultura a causa de las lluvias.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), el ritmo inflacionario se desaceleró en junio y cerró el semestre en 3.62%, menor al 3.76% reportado en mayo, a pesar de la interrupción de las principales vías de comunicación terrestre a consecuencia de las lluvias de las últimas semanas, mientras amas de casa y jefes de hogar aseguran que hay un encarecimiento constante de la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que es el instrumento que sirve para medir la inflación, la del mes de junio fue de 0.96%, la más alta registrada en el semestre y mayor al 0.80 de mayo; en tanto, la inflación acumulada fue de 3.51%, para una leve aceleración respecto al mes previo, cuando fue de 3.49%.
La división de alimentos y bebidas fue la que presionó el indicador, ya que registró una variación de 0.21%, pero la división de transporte fue negativa en -0.12%, que son los rubros con mayor peso en la estructura del IPC, que este año cuenta con una nueva metodología de cálculo.
Alzas y bajas
En el despliegue hay 10 productos que tuvieron la mayor incidencia positiva -alzas- y negativa -bajas-. Nueve fueron alimenticios y el décimo fue la gasolina, según el IPC: el tomate fresco subió 0.07%; las papas, 0.06%; la carne fresca de pollo, 0.04%; los aguacates, 0.03%; y el repollo, 0.01%.
En tanto, los productos que bajaron de precio serían la gasolina (-0.13%); tortillas (-0.05%); cebollas (-0.03%); huevos de gallina (-0.02%) y limones frescos (-0.02%).
Y aunque la inflación interanual promedio fue de 3.62%, en la Región II -Norte- que es Alta y Baja Verapaz, el indicador fue de 4.77%, el más alto; mientras que la Región III -Nororiental- compuesta por El Progreso, Chiquimula, Izabal y Zacapa, fue de 2.48%, la más baja.
Precios altos
En un recorrido realizado ayer por Prensa Libre y Guatevisión, los comerciantes explicaron que debido a las lluvias que están afectando a varios departamentos y zonas productoras, se han registrado alzas en los precios de muchas verduras y hortalizas.
Vendedores y compradores del mercado Sur II en la zona 1 y el mercado La Palmita en la zona 5, atribuyeron el alza de los productos al costo de los fertilizantes y a la escasez, comparando los precios actuales con los de una y dos semanas atrás:
Por ejemplo:
- Libra de tomate, pasó de Q6 y Q4 a Q10
- Libra de cebolla, de Q6 y Q4 se elevó a Q8
- Libra de papa, de Q10 y Q4 ronda los Q9
- Bolsa de zanahoria, de Q1 y Q3 pasó a Q5
- Unidad de güisquil, de Q5 a Q8
- Brócoli, de Q17 bajó a Q10 y Q12
- Repollo, sin cambios a Q20
- Libra de frijol, de Q8 pasó a Q9
- Libra de arroz se mantiene en Q5
- Perulero, de tres unidades por Q10 bajó a dos por Q5
- Coliflor, sin cambios a Q20
- Manojo de cilandro, bajó de Q10 a Q5
- Libra de maíz, sin cambios en Q2.50
- Lechuga, la unidad pasó de Q8 y Q3 a Q10
- Aguacate, unidad Q10
- Chile dulce, unidad Q2
- Güicoy, dos unidades por Q15
- Güicoy Sazón, unidad Q40
El jefe de hogar Luis Escobar quien acudió al mercado “la placita quemada”, opinó que todo está caro, por la lluvia y el fertilizante, y lamentó que todo está subiendo de precio. “Acá tengo Q50 y no alcanza, para comprar bien necesitaría otros Q50”. Todo subió, el tomate, cebolla, papa, güisquil, zanahoria.
La ama de casa Rosa Esquivel declaró que a todos afecta ya todo está caro y los sueldos siguen igual, al explicar que compró la libra de tomate a Q10.
En tanto, María Robledo, vendedora del mercado La Palmita, afirmó que el encarecimiento es “parejo” en verduras, abarrotes y frutas. Justificó que esto se debe el gobierno está comprando comida para los programas escolares, la sequía pasada y la lluvia actual, que ha arruinado todo.
Lluvia de críticas
Miguel Gutiérrez, investigador de la Fundación Economía para el Desarrollo (Fedes), y Guido Rodas, exgerente del INE, expusieron que el dato de la inflación reportado por el INE no refleja la realidad de los precios al consumidor.
Gutiérrez cuestionó la metodología adoptada por el INE en este año, pues “no había una razón para cambiarla y la que se utiliza en la actualidad de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) tiene severos problemas conceptuales”.
En todo caso, recomienda que las autoridades reviertan el uso de este método de medición, “porque todo a nivel mundial está subiendo de precio, pero en Guatemala no, por lo que no hay consistencia en la metodología”. A su juicio, está mal ponderado el consumo, y la forma de medición de los precios es defectuosa.
Rodas afirmó que en el informe del INE no aparece el cuadro consolidado de los grandes rubros, como alimentos, transporte, salud, educación entre otros, pero la crisis que se viene observando en alimentos y transporte, comenzó en los diez últimos días de junio y se agudizó en lo que va del mes de Julio.
“Quizás las fechas de ponderación incidieron en una desaceleración del ritmo inflacionario. Sin embargo, la intermensual en mayo fue de 0.3% y en junio, 0.13%. En alimentos en el área urbana como en la rural aparecen crecimientos de 0.93% y de 1.03% respectivamente. De todas formas, no es una desaceleración importante”. Anticipó que habrá una repercusión sensible en julio, sobre todo en alimentos y transporte.
Clynton López Flores, director en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín es enfático en que las cifras de inflación reportadas por el INE no son creíbles y la institución “debería realizar una campaña de explicación de qué han hecho y por qué lo han hecho, aparte de renovar su junta directiva para mostrar voluntad y credibilidad.
En cuanto a la metodología de cálculo indicó que deberían revisarla e informar de los cambios y las razones de los mismos, por motivos de transparencia. Pero mientras tanto, “la gente percibe que la inflación es más alta que la reportada, lo que también atañe al Banguat porque indica una pérdida de credibilidad en su gestión”.
Defienden metodología
Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), explicó que las cifras del INE se basan en una metodología estandarizada y rigurosa que incluye la recopilación de datos de una amplia variedad de bienes y servicios en diferentes regiones del país. “Estos datos nos muestran que, en términos generales, la inflación ha sido moderada”.
Sin embargo, señaló que la percepción de la inflación puede variar significativamente entre las personas debido a varios factores. Además, los medios de comunicación pueden influir en la percepción pública al destacar aumentos de precios en productos específicos que afectan a la mayoría de la población.
“No creo que haya que revisar la metodología del nuevo IPC, ya que todo el año pasado se realizaron reuniones de comités de usuarios, de expertos y presentaciones públicas de la metodología”.
En todo caso, afirmó que también sería justo, por rigurosidad científica (y retórica) preguntar acerca del sesgo en la medición del antiguo IPC. “Porque si se va a dudar del nuevo IPC, también vale dudar del anterior”.
Recordó que cuando se habla del promedio del mes, se trata de un promedio de mediciones realizadas en períodos de 10 días -decadías- y es muy probable que la medición de junio no haya capturado los efectos de los últimos quince días.
El clima presionará
Álvaro González Ricci, presidente del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria (JM), reaccionó al conocer los datos de la inflación en el primer semestre:
¿Cómo analizan el reporte de la inflación de junio?
La inflación de junio de 2024 de 0.16% es baja respecto a los meses de junio de años anteriores (en junio de 2023 la inflación mensual fue de 0.30%), esto dio como resultado una disminución en el ritmo inflacionario de 3.76% en mayo, a 3.62% en junio pasado. Eso está en línea con lo pronosticado por el banco central para finales de 2024, de un ritmo inflacionario de 4%.
¿Qué factores influyeron en el IPC de junio?
Están los componentes de la división de alimentos, en particular el precio medio del tomate, la papa, la carne de pollo y los aguacates, entre otros. Estos incrementos fueron moderados, en parte, por la disminución que registró el precio medio de las gasolinas.
¿Qué expectativas hay para la inflación en el segundo semestre 2024 y en 2025?
Tomando en consideración el resultado de la inflación a junio, los pronósticos de los cuerpos técnicos del Banco de Guatemala siguen anticipando que la inflación a finales de 2024 se ubicaría en 4%, justo en el valor central de la meta de inflación determinada por la JM (4.0% +/- 1 punto porcentual). Esto también se anticipa para 2025.
Vale mencionar que esas proyecciones no están exentas de riesgos, por el lado externo, debido a posibles incrementos futuros en el precio internacional del petróleo, que se traslada al precio interno de los combustibles. Por el lado interno, los factores climáticos podrían seguir presionando los precios de los alimentos, particularmente los agrícolas.
“Realidad y percepción son diferentes”
José Andrés Ardón, director ejecutivo del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), se refirió al tema indicando que si bien la inflación interanual en junio de 2024 fue de 3.62%, dentro del rango meta establecido por la JM, hay una discrepancia entre los cálculos oficiales y la percepción de la población, lo que pueden explicar varios factores:
- Cambio metodológico: El INE implementó una nueva metodología para calcular el IPC a partir de enero de 2024, lo que afecta la comparabilidad con cifras anteriores y la percepción pública.
- Variaciones por sectores: Aunque la inflación general sea moderada, ciertos sectores pueden haber experimentado aumentos más significativos. Por ejemplo, los alimentos y el transporte suelen tener un impacto más directo en la percepción de la población.
- Factores coyunturales no reflejados: Eventos recientes como lluvias, derrumbes o problemas en puertos probablemente aún no se reflejen completamente en los datos de junio, lo que podría explicar parte de la discrepancia con la percepción pública.
- Diferencias regionales: La nueva metodología incluye canastas diferenciadas para áreas urbanas y rurales, lo que podría resultar en experiencias de inflación distintas según la ubicación.
De igual forma, afirma que la metodología actual se basa en estándares internacionales. Fue implementada recientemente con asesoría del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y debe considerarse que:
- La actualización era necesaria, ya que la anterior tenía más de una década y los patrones de consumo han cambiado.
- La nueva canasta incluye más productos (437) y variedades (930) que la anterior, lo que debería proporcionar una medición más precisa.
- Se han creado canastas básicas diferenciadas para áreas urbanas y rurales, lo que permite una medición más precisa de las realidades de diferentes segmentos de la población.
- La metodología actual parece ser sólida y basada en estándares internacionales.
Con base en lo anterior, el ICE le sugiere al INE debe difundir sus principios metodológicos de manera más amplia entre la población. O sea que la nueva metodología, que parece una actualización robusta, debe ser revisada permanentemente para verificar si resulta adecuada o requiere ajustes. “La ocurrencia de eventos coyunturales recientes podría ser la causa de la discrepancia de los datos oficiales con la percepción de la gente”.