De acuerdo a reportes oficiales, la exótica mascota de sus gemelas se convirtió en una pieza fundamental para la captura del capo del narcotráfico luego de su fuga de la prisión del Altiplano en 2015.
Bautizado como “Botas”, en honor al fiel acompañante de “Dora la Exploradora” en sus aventuras, el mono que Joaquín Guzmán regaló a sus hijas, las gemelas Emaly y María Joaquina, sorprendentemente fue una pieza fundamental para obtener el paradero del narcotraficante mexicano luego de su fuga de la cárcel del Altiplano en 2015.
Según investigaciones del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), después de la captura Guzmán Loera en el año 2014, Emma Coronel, sus dos hijas y la exótica mascota se mudaron a la localidad mexicana de Almoloya con el fin de estar más cerca de él y facilitar las visitas permitidas.
No obstante, en julio de 2015, unos días antes de la fuga de “el Chapo”, Emma Coronel y las gemelas volvieron a mudarse a Sinaloa como parte del plan final, pero en esta ocasión no llevaron a “Botas” con ellas.
Luego del exitoso escape de Joaquín Guzmán y su ansiado reencuentro con su familia, las pequeñas pidieron a su padre el rescate de su mascota, la cual llevaba días sin estar a su lado. Debido a esto, el exjefe del cártel de Sinaloa ordenó a uno de sus allegados encontrar al mono y trasladarlo de forma legal hacia Culiacán, Sinaloa.
De acuerdo al periodista mexicano Carlos Loret de Mola, las autoridades mexicanas asignadas al caso encontraron una serie de intentos fallidos por permisos sanitarios para que el exótico animal pudiera volar legalmente hacia su destino final.
Los permisos no se consiguieron por ninguna vía, ya que nadie quiso autorizar el viaje del mono. Por esta razón, la única opción disponible fue trasladarlo por medio de carretera con la ayuda de Edgar Coronel Aispuro, cuñado de Joaquín Guzmán.
Siguiendo estos rastros, las autoridades fueron tras las pistas y encontraron a Botas en Sinaloa dentro de un vehículo deportivo color rojo, perteneciente al hermano de Emma Coronel.
“Las autoridades mexicanas sabían que la mascota los podría llevar hasta su objetivo”, comentó Loret de Mola.