La evolución del agujero de ozono sobre el Polo Sur lleva una evolución similar a la de 2020, cuando fue uno de los más grandes y profundos de los últimos años. En la actualidad tiene 23 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone una extensión mayor que la Antártida.
Hoy se celebra el Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono, y la Agencia Espacial Europea (ESA) ha facilitado datos sobre su evolución este año recogidos por el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera del programa Copérnico (CAMS).
Este año, la evolución del agujero de ozono “parece ser similar a la del año pasado” y, según los últimos datos, “ha crecido considerablemente” en las últimas dos semanas, por lo que ahora es mayor que el 75 % de los agujeros en esa fase de la temporada desde 1979.
Esta evolución “es la que cabría esperar dadas las condiciones atmosféricas actuales”, según Antje Inness del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF), quien agregó que la evolución del agujero de ozono en las próximas semanas “será muy interesante”.
El seguimiento del agujero de ozono sobre el Polo Sur “debe interpretarse con cuidado”, pues el tamaño, la duración y las concentraciones de ozono de un mismo agujero están influidos por los vientos locales o la meteorología, indicó el director de la misión Copérnico Sentinel-5P de la ESA, Claus Zehner,
En cualquier caso, “esperamos que el agujero de ozono sobre el Polo Sur se cierre para el año 2025”, agregó el experto.
El agujero de ozono sobre el Polo Sur aumenta de tamaño entre agosto y octubre, para alcanzar su máximo entre mediados de septiembre y mediados de octubre.