Autoridades de Gobierno afirman que ingreso a sitios arqueológicos en línea limítrofe con México no está prohibido, mientras guardarecursos dicen que presencia de grupos armados es latente y que sí hay prohibición.
Aunque los guardarecursos reconocen que hay más presencia de las fuerzas de seguridad en la línea limítrofe de Petén con México, por seguridad de arqueólogos y turistas se prohibió que ingresen a los sitios arqueológicos ubicados en esa área para no correr riesgos ante la presencia de grupos armado al servicio de carteles del narcotráfico.
Semanas atrás, arqueólogos que efectuaban investigaciones en dos sitios arqueológicos de ese deparamento se retiraron debido a las amenazas de sujetos armados que pretendían usurpar terrenos en áreas protegidas.
Según las denuncias, sujetos armados con fusiles que custodiaban tractores incursionaron en el norte de Petén con la intención de construir carreteras hacia México y talar árboles para construir pistas clandestinas. En esa ocasión, las investigaciones arqueológicas se suspendieron en el sitio Naachtún.
Francisco Asturias, guardarecursos asignado en el norte de Petén y delegado de Fundaeco, una entidad dedicada a la conservación de la naturaleza, refiere que el ingreso sigue prohibido hacia los parques Mirador, Naachtun y Río Azul, puesto que la amenaza es latente y temen que en cualquier momento los grupos armados ingresen nuevamente.
“Hasta ahora se ha logrado que estas personas retrocedan porque hay presencia de soldados y Policía Nacional Civil (PNC), al menos en el área que nosotros resguardamos, pero las medidas de seguridad se mantienen porque no es primera vez que esto sucede”, afirmó.
Amenazas
“En estos días vimos cómo llegaron por lo menos cuarenta soldados que permanecerán al menos dos meses en la selva, según lo que nos dijeron”, afirma Asturias, aunque asevera que la situación nunca ha sido fácil para resguardar esa región, puesto que entre el 2023 y lo que va de este año cinco guardarecursos de diferentes entidades no gubernamentales se han unido a programas de inmigración para trabajar en Estados Unidos, ante las amenazas que han recibido de grupos armados.
“La demanda de personas que quieren trabajar en el resguardo de la selva es bastante. A mí todos los días me llama gente que quiere trabajar aquí, pero no es fácil y se han ido compañeros porque fueron amenazados, el último se fue como hace cinco meses”, acotó Asturias.
Semanas atrás, los invasores querían apoderarse de terrenos ubicados en el parque Mirador y en el biotopo Dos Lagunas, donde según Asturias, se comenzaban a urbanizar, habían árboles marcados para ser talados y se promocionaba la venta de terrenos.
“Aunque la situación por ahora regresó a la calma, no podemos correr el riesgo de que los arqueólogos y turistas estén en los sitios arqueológicos y sean sorprendidos y amenazados por personas que dicen ser campesinos, pero que están armados y al servicio del crimen organizado”, resaltó.
Círculo de fuego
El coronel y vocero del ejército, Rubén Téllez afirmó que para evitar la incursión de invasores en Petén se desplegaron 2 mil soldados en los lugares vulnerables de la línea limítrofe con México.
El operativo, indicó, es similar al plan Círculo de Fuego, el cual ha consistido en desplegar fuerzas castrenses y de la PNC en otras regiones fronterizas con México, con el objetivo de evitar que grupos del crimen organizado de México traspasen hacia territorio nacional.
Téllez agrega que desde que trascendieron las denuncias se abrió un centro de operaciones interinstitucionales en la Sierra de Lacandón, y se apoyó a la PNC para que arrestaran a seis personas que pretendían invadir terrenos.
También se inhabilitó una carretera clandestina en proceso de construcción en el parque Laguna del Tigre, la cual sería utilizada por los narcotraficantes como pista de aterrizaje.
“Con la presencia constante de personal del ejército en el norte del departamento se evitó que se continuaran las marcaciones de árboles para posibles invasiones”, afirmó Téllez.
Este año, de acuerdo con los informes del Ministerio de la Defensa, no se ha permitido el aterrizaje de narcoaviones en Petén, lo cuál según esa institución, se debe al despliegue de más soldados en el departamento, aunque para los expertos en temas de seguridad, los carteles del narcotráfico solo optaron por nuevas rutas marítimas y terrestres, con el apoyo de autoridades locales como los alcaldes.
Amenaza constante
Las amenazas de invasores no son nuevas y en otras ocasiones han provocado que los proyectos de investigación queden suspendidos en algunos sitios arqueológicos, afirman los arqueólogos que prefieren el anonimato. No obstante, dicen que actualmente otra de las causas que dificultan los trabajos y el turismo son los incendios forestales, algunos provocados por el crimen organizado cuando tratan de usurpar áreas protegidas. El informe más reciente de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) revela que 82 incendios forestales están activos en Petén.
Investigadores de la PNC sostienen que los invasores no son «únicamente campesinos», sino personas que viven en el área y que se prestan para colaborar con los carteles del narcotráfico, a cambio de beneficios económicos para sus comunidades. Los trabajos que les delegan consisten en la tala de árboles y quemar la maleza para habilitar pistas, lo cual provoca que con las altas temperaturas el fuego se extienda y se salga de control.
Semanas atrás, los invasores trataron de ocupar un área de 32 kilómetros, donde se encuentra el parque Naachtún. Los guardarecursos afirman que también corre peligro el sitio arqueológico Aguateca, donde fue provocado un incendio. Mientras que en el Parque Nacional Laguna del Tigre las denuncias se centran en que se talaron árboles de forma ilegal para asentar comunidades.
La carretera clandestina que menciona el coronel Téllez en la Laguna del Tigre tiene 8.2 kilómetros de longitud. Por la dirección de la vía se sospecha que la intención era establecer una ruta hacia México.
Se consultó al Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) si hay restricciones para ingresar a los sitios arqueológicos ubicados en el norte de Petén, aunque informaron que “no existe ninguna restricción para el ingreso de turistas en ningún área de ese departamento”.
También se consultó al departamento de Comunicación del Ministerio de Cultura y Deportes si hay sitios arqueológicos con restricción de ingreso y respondió: «En el caso específico de Naachtún, al ministerio no ingresó ninguna denuncia sobre personas armadas, vandalismo, o grupos armados usurpando áreas. Únicamente reportes de incendios forestales en la reserva de la Biosfera Maya, zona en donde se encuentran varios sitios arqueológicos».
Agregaron que en ese sitio arqueológico no se cuenta con autorización para realizar trabajo de campo, y solo se puede realizar trabajo de laboratorio.
Por parte de esa dependencia se explicó que en los parques arqueológicos no hay prohibición de ingreso y detallaron que un parque de ese tipo cuenta con infraestructura para recibir personas, y están habilitados para el público, mientras que el sitio -no parque- arqueológico se encuentra únicamente bajo investigación y no cuenta con infraestructura turística.
«El Mirador y Naachtún son sitios arqueológicos, no parques. En El Mirador no se ha hecho solicitud de convenio para trabajo de campo. Cabe resaltar que inicia la época de lluvia y los trabajos de campo se dificultan», indicaron.