Cuatro horas y media fue la duración de la primera reunión de alto nivel en años entre Rusia y Estados Unidos, que este martes dieron pasos firmes en Arabia Saudí para normalizar sus relaciones, acabar con sus tensiones, y también iniciar conversaciones sobre el fin de la guerra en Ucrania.

En medio de una gran expectación, Riad se convirtió en el escenario de una esperada primera toma de contacto entre los pesos pesados de las administraciones de Donald Trump y Vladímir Putin, unas delegaciones que fueron encabezadas por los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, y de Rusia, Serguéi Lavrov.

El encuentro fue valorado por ambas partes de “positivo” y se centró en analizar las vías para levantar las “barreras artificiales” en las relaciones diplomáticas entre ambos países y nombrar embajadores, algo que fue calificado por Lavrov como “el primer y más urgente acuerdo” alcanzado durante la reunión.

El objetivo de estas negociaciones, explicó el ruso, es “poner fin, de una vez por todas, a estas dificultades que realmente entorpecen el desarrollo normal” de las relaciones entre las dos superpotencias.