Estados Unidos conmemora este sábado el 20 aniversario de los peores atentados de su historia, todavía conmocionado por un hecho que cambió en muchos sentidos el curso de la historia no solo en el país sino en el mundo entero.
Las ceremonias de este año cobran un especial significado. A la salida accidentada de las tropas estadounidenses de Afganistán tras la vuelta al poder de los mismos talibanes a los que desalojaron hace casi 20 años por cobijar a los ideólogos de los atentados perpetrados por Al Qaida, se suma la vuelta a cierta normalidad tras el zarpazo del covid-19, que se ensañó en particular con Nueva York.
A diferencia del año pasado que fueron virtuales por la pandemia, las ceremonias de este año serán presenciales y contarán con la asistencia a partir de las 08H30 (12H30 GMT) del mandatario Joe Biden y su esposa Jill, que estarán acompañados por predecesores en el cargo, autoridades locales y familiares.
En un video publicado la víspera del aniversario, Biden pidió a los estadounidenses unidad.
“Para mí es la principal lección del 11 de septiembre. En el momento de mayor vulnerabilidad, (…) la unidad es nuestra mayor fuerza”, declaró el presidente en su mensaje.