La médica Ana Johana Samayoa Bran es la nueva directora del Hospital Roosevelt y tiene como meta mejorar las emergencias y consultas externas del centro asistencial.

Dirigir uno de los dos hospitales nacionales más grandes del país es el reto que la médica Ana Johana Samayoa Bran asumió el 25 de noviembre. Es la primera mujer que ocupa la dirección ejecutiva del Hospital Roosevelt, y lo hace después de que se vivieran días convulsos por exigencias de aumento salarial por parte de sindicalistas y de mejor abastecimiento y seguridad por parte del personal médico del centro asistencial.

Samayoa llegó en sustitución del patólogo Luis Chávez, quien estuvo nueve meses en el cargo y de quien el cuerpo médico exigió a las autoridades de Salud su destitución por una gestión de calificaron como «ineficiente».

¿En qué condiciones encuentra el hospital? 

Llevo ochodías en el cargo. Estamos en un proceso de evaluación, de auditoría, y de subirnos al barco en los procesos que ya están encaminados. Vamos resolviendo el día a día en lo que terminamos de organizarnos. 

¿Cuáles son los temas que se deben trabajar lo antes posible? 

Tenemos que trabajar en las emergencias, estamos concentrados en optimizar y ordenar esa parte para que todo fluya mejor y en diciembre podamos estar más organizados y brindar una mejor atención.

Son muchas cosas y tendríamos que votar y levantar un hospital nuevo, pero vamos a ir por temas prioritarios. Ahorita estamos concentrados en las emergencias y el siguiente punto son las salas de operaciones, que es la otra parte que está complicada.

También ver el flujo de pacientes, que sea más ágil el ingreso al hospital, porque a veces las personas están desde las cuatro de la mañana haciendo fila, tenemos que ver cómo pueden entrar más rápido. Agilizarles el cambio de cita.

Entonces, ¿no solo se trata de mantener el abastecimiento, también es cuestión de agilizar procesos y ampliar espacios?

No tenemos espacio y tenemos que reubicar (a pacientes) para brindar una mejor atención. En abastecimiento de medicamentos e insumos estamos arriba del 90 por ciento de los trazadores ―los que son necesarios para el funcionamiento del hospital― y médico-quirúrgico. 

Hay algunos insumos en los que sí estamos bajos y estamos corriendo para que las órdenes de compra salgan, diciembre es un mes corto y para ejecutar tenemos los primeros 15 días del mes. Tenemos que ir limpiando la deuda que estaba en Q280 millones y ahorita vamos por Q150 millones. 

¿Tienen presupuesto para pagar esa deuda?

Estamos pidiendo ampliación ―presupuestaria―. El Ministerio nos ha apoyado, ha facilitado la cuota, hemos logrado pagar a proveedores y tratar de reducir la deuda para no quedarnos sin abastecimiento. No puedo decir cómo vamos a terminar porque todavía falta que nos asignen cuota para limpiar este año.  

Su nombramiento en el cargo se da a unas semanas de terminar el año ¿es complejo para usted asumir la dirección del Hospital Roosevelt en este momento?

Es complejo para mí y para todo el personal el adaptarlos, pero es parte de los retos, de subirnos y tratar de hacer las cosas lo mejor posible. Este mes tiene ventajas y desventajas, porque estamos en la ejecución final.

Cuando usted asume un cargo, asume la responsabilidad del mismo. No lo que una persona dejó, hizo o no hizo. Estamos tratando de subirnos y pedalear la bicicleta lo más rápido posible, pero solo son seis días ―de estar en el cargo―.

¿Le sorprendió que la nombraran directora del Hospital Roosevelt? 

La plaza la gané por oposición. Hubo una convocatoria, me sometí a un proceso de selección. Hice las entrevistas de parte de las direcciones del Viceministerio de Hospitales, la entrevista de Recursos Humanos, los exámenes psicométricos.

¿Antes de asumir la dirección usted ya ocupaba un cargo en el hospital?

Dirigí durante 20 años la Unidad de atención integral de VIH. Dejar esa unidad es dejar una vida por este puesto, porque estoy asumiendo el cargo con mi plaza, no tengo el salario de un director, tengo el mismo salario que manejé como jefe de unidad.

¿Cómo abordará la seguridad en el hospital, que fue uno de los temas que generó conflictos con el personal médico?

Estamos viendo los protocolos, lo está trabajando con la parte legal. Es cierto que ya se cuenta con los arcos, con los detectores ―de metales ―, pero el protocolo debe ser consensuado y debe ser enviado al Ministerio de Salud para evaluación. 

Le estamos dando seguimiento a lo que ya se había empezado a trabajar ―por la administración anterior―, así como el manejo de los privados de libertad, ese protocolo ya está avanzado y se encuentra en el ministerio, estoy esperando a que regrese para ver cuál es el consenso al que podemos llegar para este manejo junto con el Sistema Penitenciario. 

¿Cuál es su relación con los médicos y cómo se trabajará las peticiones que habían realizado al anterior director?

Me tengo que reunir con ellos. Mañana (miércoles) tengo reunión con el Consejo Consultivo, que son todos los jefes de departamento y la Junta Directiva, y les contaré cómo vamos, y me sentaré a escuchar que otras peticiones tienen, e ir trabajando sobre la marcha.

¿Ya se resolvieron los problemas que tenían con equipo, por ejemplo, con el tomógrafo?

Eso ya se resolvió, obviamente hay cosas que tenemos que ver al día a día. Están trabajando bien la tomografía, la resonancia y los equipos de rayos X, y estamos en constante comunicación con la jefa del Departamento de Radiología para que esto no vuelva a suceder.

Hay problemas en algunas áreas con el mantenimiento, pero también asumió una ingeniera como jefe de mantenimiento, por lo que estamos en un periodo de evaluación.

Al asumir la dirección del hospital, ¿hubo otros cambios en el personal?

Los únicos cambios fueron los asesores, pues uno entra con su equipo de trabajo, y mi secretaria, de allí no hemos hecho cambios en ninguna jefatura.

El hospital tiene mucho personal que sabe lo que tiene que hacer, sólo es de que nos reordenemos y que vayamos todos hacia una misma meta, hacia un mismo objetivo, que es la atención a los pacientes.

¿Qué proyectos tiene para el 2025? 

Vamos a mejorar consultas externas y emergencias de adultos y de pediatría, porque ya no nos damos abasto en tema de espacio, y las salas de operaciones. Creo que esa meta debe ser la principal, porque no es sencillo mejorar una sala de operaciones. Si logramos hacer otras cosas, pues magnífico.

En la evaluación que realizará no se descarta que se encuentren anomalías en cuanto a ejecución de presupuesto y de proyectos ¿qué hará al respecto?

Todo lo que haya de anomalía se va a denunciar con el apoyo del departamento jurídico. 

 ¿Cómo es la relación con el sindicato? 

Ya me reuní con ellos y estamos claros de que todos vamos hacia una misma meta. Ahorita no tenemos conflicto, vamos todos hacia el mismo objetivo: los pacientes. 

¿Había un ofrecimiento de aumento salarial para los trabajadores, será eso posible?

Se hizo el análisis, se reevaluó y se hizo la solicitud dl Ministerio de Salud y estamos en espera de la respuesta si esto fuera factible, porque tendría que ser un aumento que salga de nuestro mismo presupuesto.

Usted es la primera mujer que ocupa la dirección del Hospital Roosevelt, uno de los más grandes de la red de Salud pública ¿qué representa esto en su carrera profesional? 

Es mucha responsabilidad e implica trabajar el triple, el cuádruple, lo que se necesite para poder mantener nuestro hospital, sacarlo a flote y que sea de los mejores para la atención de los pacientes.

Es un hospital que tiene muchas subespecialidades y hay que lograr trabajar todos junto para que vaya hacia adelante. Es una responsabilidad gigante; más la expectativa de los mismos trabajadores de lo que uno pueda hacer. 

Estamos tratando de hacer las cosas lo mejor posible, creo que el trabajo que realicé en la unidad de VIH se puede hacer en el hospital y eso es lo que esperamos. Obviamente lo que hice en la unidad es multiplicarlo por 100 en este hospital, pero creo que si tenemos las puertas abiertas hacia la gente y aprendemos a trabajar coordinados todo es posible.