En 12 años el interés de los jóvenes de formarse como docentes ha caído, al punto que las Normales han comenzado a cerrar la carrera.

A 12 años del cambio de formación de maestros de primaria, los estudiantes que se inscriben en el Bachillerato en Educación son escasos, como también los que optan en la universidad por un profesorado del Programa de Formación Docente (FID).

Hace 13 años las escuelas Normales solían estar rebasadas de estudiantes que aspiraban convertirse en maestros de primaria. La demanda por ingresar a formarse como maestro era alta y obligaba a los jóvenes y a sus padres a formarse por horas el día de la inscripción para conseguir un cupo.

Esa estampa quedó en el pasado. La cantidad de estudiantes de nivel medio que buscan dedicarse a la docencia va en disminución desde el 2013, luego que el Ministerio de Educación (Mineduc) tomó la decisión de eliminar la carrera de magisterio a nivel diversificado y la sustituyó por un modelo de cinco años que incluía estudios universitarios.

El cambio era por un Bachillerato en Ciencias y Letras con orientación en Educación -dos años-, como paso inicial para luego completar la formación con un profesorado de tres años a nivel universitario. La estrategia buscaba mejorar la formación de los nuevos maestros de educación primaria, pero los resultados no han sido positivos y más de una década después se cuestiona el futuro educativo de la niñez en el país.

El Instituto Normal Central para Señoritas Belén, por ejemplo, este año no abrió la carrera, pues solo una señorita mostró interés en inscribirse, mientras que la promoción de graduandos solo cuenta con 11 estudiantes. “Esta es la última promoción que va a salir de Quinto Bachillerato en Educación”, dice Ana Lidia de De León, catedrática auxiliar del área de diversificado del establecimiento.

Lo mismo ocurre en el Instituto Normal para Señoritas Centro América (INCA), que tiene solo tres estudiantes de primer ingreso en la jornada vespertina, y en último año del bachillerato están inscritas únicamente 13. En la mañana la carrera no se habilitó por falta de interés de los jóvenes en convertirse en maestros.

“Cuando teníamos el Magisterio había entre cuatro y cinco secciones de cuarto grado con 60 a 65 alumnas cada una. Desde que se abrió el Bachillerato en Educación no se han inscrito más de 12 alumnas por año. La carrera no tiene demanda”, reconoció Douglas Sandoval, catedrático del curso de Física General en el INCA.

El Instituto Normal Mixto Rafael Aqueche también imparte la carrera en la jornada matutina, y al igual que en los otros establecimientos la población inscrita en cada cohorte no ha sido significativa. En promedio hay entre 15 y 20 estudiantes por grado. En la tarde, la situación es más sombría, si bien la carrera es parte de las opciones que cada año se ofrecen a nivel diversificado, no hay interés de los estudiantes por cursarla, los dos o tres que desean matricularse son referidos al horario de la mañana.

“Hablamos del departamento (Guatemala) que más bachilleres en educación tiene, en los departamentos los institutos Normales que tenían la carrera la quitaron”, mencionó Mario René Lemus, orientador escolar y vocacional del INCA.

Nada atractivo

Lemus señaló que el Bachillerato en Educación no es atractivo para los alumnos, pues deben estudiar dos años a nivel medio y tres en la universidad para lograr un título que les permita trabajar como docentes.

En la provincia este es un factor de peso, añadió, pues los padres de familia veían en la carrera de Magisterio una posibilidad para que sus hijos estudiaran y luego consiguieran una plaza en una escuela o colegio; al no tener esa opción, muchos jóvenes han dejado los estudios o buscado otras carreras que les permitan conseguir trabajo al terminar el diversificado.

A criterio de De León también influye las limitadas oportunidades que tienen los estudiantes de ingresar a la Usac para continuar su formación. En un principio se ofreció que quienes se graduaran del Bachillerato en Educación tendrían “el pase directo” para inscribirse en un profesorado en la universidad, y que se les apoyaría económicamente para continuar con sus estudios. Esto no se cumplió.

Los docentes de las Normales coinciden en que la carrera no ofrece un aliciente para las estudiantes, y auguran que desaparecerá. “No hemos cerrados porque todavía tenemos tres alumnas”, afirmó Sandoval.

Un extremo que considera grave, pues poco a poco el país se quedará sin maestros de primaria, considerando que entre los que están contratados por el Mineduc muchos se acercan a la jubilación, y no habrá quién los sustituya.

El dilema del FID

Clausurar el Magisterio de Primaria a nivel diversificado tenía como fin forzar a los bachilleres que querían dedicarse a la Educación a cursar un profesorado a nivel superior, y así elevar el nivel académico y desempeño de los docentes en el aula e impactar el aprendizaje de los estudiantes.

El Mineduc apostó por el Programa de Formación Inicial (FID) a cargo de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) a partir del 2015. Sin embargo, la cantidad de personas interesadas en las cuatro carreras que se habilitaron ha disminuido drásticamente en los últimos cinco años.

Los datos muestran que contrario al desplome en la matrícula universitaria de las anteriores carreras, el Profesorado en Expresión Artística con Especialidad en Educación Musical tuvo más estudiantes, pues de 16 inscritos en 2019 llegó a 28 en el 2023. Este se imparte únicamente en la sede central de la Usac y en la de Antigua Guatemala, en Sacatepéquez.

Los profesorados del FID no son atractivos, según los entrevistados, pues no todos los que se gradúan del Bachillerato en Educación optan por estas, sino que cursan otras carreras.

Sin opciones

En 2020 el Consejo Superior Universitario (CSU) anunció que dejaría en suspenso el FID, debido a que no cumplía con las expectativas, ya que el Mineduc no estaba contratando a los egresados del programa. Un punto que corroboran los catedráticos de las Normales entrevistados.

Esto también desalienta a los jóvenes a formarse como docentes, y se evidencia en el bajo registro de inscripción de los profesorados para primaria. Verónica Spross, de Empresarios por la Educación, señaló que hasta ahora no hay una conexión entre los procesos de selección y contratación de docente con la formación inicial, pues quienes egresan del programa deberían ser absorbidos por el Ministerio.

Sin embargo, en los últimos años la necesidad de contratar maestros de primaria ha sido escasa, y las convocatorias son más para reposición de plazas de educadores que se jubilan o que se retiran de la carrera docente.

“Por la cantidad de alumnos (baja cobertura) no ha hecho tanta falta el contratar maestros, eso genera cierta desmotivación para estudiar un profesorado”, dijo Spross, y que es necesario hacer un censo para saber en dónde están asignados los docentes que trabajan en el Mineduc, pues algunas escuelas tienen más de los que se requieren.

No tener en las aulas a maestros con las capacidades que se espera adquieran en el FID va en detrimento de la calidad educativa, a criterio de la entrevistada. Sin embargo, los maestros que están en servicio tienen la opción de cursar el Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente (PADEP/D) para alcanzar las habilidades, estrategias y tácticas para mejorar los aprendizajes de los estudiantes.

Pero los catedráticos del Inca no ven ni en el Bachillerato en Educación ni en el FID la manera de lograr es calidad educativa de la que tanto se habla. “Si la intención era mejorar la preparación de los maestros, no se cumplió. Deberían devolver el magisterio a las escuelas normales, y si lo quieren mejorar, agregarle un año y que la universidad nos dé el aval para que seamos una escuela superior de formación de maestros”.

Para esta nota se buscó una opinión del Mineduc desde el 13 de junio, sin embargo, nunca trasladaron alguna respuesta.