Analistas evalúan las consecuencias para el país si se cumplen las amenazas del presidente estadounidense.

Las políticas migratorias que promete el presidente  entrante de Estados Unidos, Donald Trump, afectarán de una u otra manera a los connacionales indocumentados que residen en aquel país, pero sus acciones también repercutirán en Guatemala, según prevén analistas.

Desde su última campaña, Trump amenazó con la deportación masiva de migrantes indocumentados, agregar impuestos para las remesas y retirar la nacionalidad a los hijos de indocumentados nacidos en EE. UU.

De cumplirse los escenarios, las consecuencias no solo las enfrentarían los connacionales en aquel país, sino también Guatemala, debido a que con más deportaciones aumentará el desempleo. Asimismo,  los potenciales aranceles a las remesas perjudicarán la economía de los guatemaltecos que viven en EE. UU. y la de sus familias en territorio patrio.

Fernando Castro, analista independiente en temas migratorios, dijo que lo que fueron promesas durante la campaña del ahora gobernante Trump se convirtieron en compromisos y exigencias del electorado de EE. UU.

Según investigaciones de Castro, esa nación dispone de una lista con más de un millón 44 mil individuos que tienen orden de deportación por considerárseles delincuentes peligrosos, fugitivos o que representan una amenaza a la seguridad nacional. En esa lista figuran 253 mil guatemaltecos, que envían un promedio de US$500 mensuales a sus familias aquí.

El país  recibió US$21 mil 510 millones por concepto de remesas  en el 2024, lo que equivale a un incremento del 8.6 % en comparación con el 2023, según la actualización de la balanza cambiaria publicada el  8 de enero último.

El monto equivale a unos Q167 mil 627 millones, que apoyaron a unos 6.2 millones de hogares. Con esta cifra, Guatemala se posiciona como el segundo país de Latinoamérica con mayores ingresos en ese rubro.

«Cuando falte ese dinero, será un golpe económico para la población guatemalteca, y si son retornados, no hay programas de reinserción laboral. Eso aumentará el desempleo. Debería haber un ajuste presupuestario para tener un fondo específico que atienda esas necesidades», indicó.

Agregó  que, si Trump impone un arancel sobre las remesas, afectará a la economía guatemalteca, y “es un panorama complicado».

Castro manifestó que, en el peor de los escenarios para los menores de edad cuyos padres sean capturados y deportados, los primeros quedarán en desamparo, por lo que las autoridades estadounidenses los llevarían ante un juez y, si no hay personas que reclamen su tutela, entrarán en un proceso de adopción.

«Esto se puede solventar con la redacción de una carta de custodia temporal para dejarlos bajo la potestad de un residente en aquel país, pero esa separación ocasionará un daño psicológico y moral para el menor; es un tema que debería tratar cada uno de los gobiernos», recomendó.

Castro también hizo ver que las deportaciones masivas de guatemaltecos solo traerán más desempleo para el país.

Deportación

A juicio del internacionalista Luis Felipe Polo, una de las amenazas previsibles es que se retome el acuerdo para que Guatemala sea un «tercer país seguro» para recibir a los migrantes deportados de diferentes países.

«Trump también amenaza con deportar a los migrantes mediante distintas categorías, por ejemplo, si tienen antecedentes criminales», mencionó Polo.

Sobre si pueden ser expulsados los hijos de los guatemaltecos indocumentados, Polo explicó que hacerlo sería inconstitucional en EE. UU. y solo se puede efectuar mediante reformas a su Carta Magna, aunque consideró que no es un proceso fácil, puesto que se tendría que contar con la aprobación de las dos terceras partes del Senado —66 o 67 senadores—.

«Los republicanos no tienen mayoría (absoluta), y además se necesitan las dos terceras partes de la Cámara de Representantes. Supongamos que lo aprueben; también tendrían que aprobarlo las asambleas estatales, entonces, es casi imposible», explicó.

A pesar de que es inconstitucional, el analista reiteró que los menores de edad no pueden quedarse solos y tendrían que pasar a tutela de la Oficina de Servicios Sociales y ser acomodados en orfanatos. Por esa razón, funcionarios estadounidenses han propuesto que, si los padres son deportados, los menores sean enviados con ellos.

En el 2024, Guatemala cerró con un total de 61 mil 680 personas devueltas de EE. UU.,  un récord anual que superó los 55 mil 302 que fueron expulsados en el 2023.

Según autoridades de Migración, a los retornados se les da la bienvenida con un protocolo que incluye atención médica y psicológica, cambio de moneda, atención en el Registro Nacional de las Personas, alimentación, transporte, llamadas telefónicas y albergue.

Ante un panorama de deportaciones masivas, el presidente Bernardo Arévalo prometió, en su informe de primer año de gobierno, implementar el plan Retorno al Hogar, para recibir y reintegrar a migrantes guatemaltecos.

Los más afectados

El experto internacionalista Roberto Wagner afirmó que será un panorama difícil para los connacionales, porque habrá deportaciones para todas las nacionalidades.

«Sin duda alguna, la clave es ver cómo actuará el ‘zar de la frontera’, que es un tipo fuerte, cuya misión es deportar gente, poner orden en su frontera sur e impedir el ingreso masivo de migrantes», aseveró.

El entrevistado recomendó que los cancilleres centroamericanos desarrollen reuniones para llegar a acuerdos y estar preparados para confrontar las políticas de Trump.