Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal forman parte de la colección que el Citigroup incluye como parte de la venta de su marca Banamex.
Cuando el estadounidense Citigroup venda su negocio de banca comercial en México, también dejará atrás obras de afamados artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, que el gobierno y expertos piden mantener en el país.
Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal son parte del patrimonio que el banco incorporó durante décadas y que también es parte de la venta de su marca Banamex, anunciada en enero pasado.
Se trata de una de las colecciones privadas más importantes de México, convertida ahora en asunto de interés nacional.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que los bienes culturales del banco deben quedar en el país, en momentos en que su gobierno busca evitar que piezas del patrimonio mexicano, principalmente prehispánicas, sean subastadas en el extranjero.
«Estamos hablando de colecciones de arte de los mejores artistas, pintores de México y también del mundo», dijo el mandatario izquierdista tras anunciarse la venta.
López Obrador también ha manifestado que le gustaría ver Banamex en manos mexicanas al citar como posibles compradores al hombre más rico de México, Carlos Slim, y al polémico empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, una de las principales cadenas del país.
La colección artística «debería pasar a propiedad nacional para su preservación», sostiene en tanto el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien considera que sería en compensación por un rescate bancario que el gobierno mexicano realizó en los años 1990.
Parte integral de la venta
Banamex es uno de los bancos más antiguos de México. Inició operaciones en 1884 y su acervo artístico y cultural no ha parado de crecer, incluso cuando fue vendido a Citigroup en 2001.
Justo ese año, un movimiento de personalidades políticas y culturales en el que participó Ebrard buscó sin éxito que el Estado se hiciera con el patrimonio artístico del banco.
Ahora, el temor de algunos expertos es que la colección se disperse.
«Que en la venta tomen en cuenta esta unidad como colección y su valor incalculable mucho más allá de los términos económicos», declaró a la AFP Hilda Trujillo, especialista en colecciones de arte mexicano del siglo XX y exdirectora de los museos Frida Kahlo y Diego Rivera Anahuacalli en Ciudad de México.
«Que sea tratada con todo el cuidado como parte del acervo patrimonial y artístico del país», agregó.
En una conversación con periodistas, Alberto Gómez Alcalá, director de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Citibanamex, dijo que los activos culturales «son parte integral e indivisible» del proceso de venta, por lo que «quien compre las operaciones de banca comercial en México deberá también adquirir la colección.
Pero evitó fijar un precio. «No importa el número en pesos y centavos que podamos dar. Por eso decimos que es invaluable y estamos seguros que así seguirá siendo», sostuvo.
Parte clave de la historia
La colección de arte de Citibanamex incluye obras como Vendedora de alcatraces, que Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas mexicanos del siglo XX, pintó en 1942.