Si recibe mensajes en el que le ofrecen vehículos o que su número resultó como ganador de un premio, es muy probable de que sea una estafa por redes sociales. Conozca cómo identificar casos sospechosos y prevenirlas.
Las redes sociales se han vuelto un medio para captar víctimas de estafas en distintas modalidades que van desde el ofrecimiento de “premios” como vehículos o montos de dinero, así como plazas laborales o envío de encomiendas.
Ante estos casos, las autoridades piden que se esté atento para reconocer el modo en que operan estas estructuras dedicadas a las estafas en línea.
A partir de los hallazgos en las investigaciones del Ministerio Público (MP) sobre este delito, se sabe que las víctimas usualmente reciben mensajes en los que se les pide un depósito de dinero a cambio de recibir un “premio”, o bien, ayudarles a “obtener” una plaza laboral.
Además, con relación a la modalidad del supuesto envío de encomiendas, se ha identificado que los estafadores pueden llegar a hacerse pasar por familiares en el extranjero con información que obtienen desde perfiles en las redes sociales.
Estas y otras características se deben tomar en cuenta para identificar aquellos mensajes que resultan sospechosos. Por ello, aquí se describe una serie de recomendaciones para estar alerta y evitar este tipo de estafas.
Recomendaciones para evitar estafas en línea
Uno de los puntos importantes a tomar en cuenta es que los ofrecimientos llegan a través de mensajes de texto, o por mensajería instantánea por WhatsApp u otras redes sociales como Facebook.
Aunque hay distintas formas en que operan, los mensajes suelen captar la atención porque son sorprendentes y hacen creer, a quien lo recibe, que es ganador de un premio, sorteo, lotería o que el número de teléfono es “el afortunado acreedor de un vehículo”, según describe el MP.
En estos casos, una vez que la víctima responde, quienes lo contactan se hacen pasar por representantes de empresas o gestores que les terminan solicitando depósitos bancarios. Esto recursos monetarios se introducen posteriormente a cuentas de particulares y así continúan las operaciones delictivas, convirtiéndose en lavado de dinero.