La actual crisis alimentaria a la que se enfrentan numerosos países como resultado de la guerra en Ucrania puede convertirse en 2023 en una verdadera “catástrofe”, según advirtió hoy Naciones Unidas, que reclamó a los Gobiernos medidas urgentes para evitarlo.
“La crisis de alimentos de este año es por falta de acceso. La del año próximo puede ser por falta de comida”, señaló el secretario general de la ONU, António Guterres, en la presentación de un informe elaborado por la organización sobre el impacto global de la invasión rusa de Ucrania.
El documento, el segundo sobre este tema tras otro publicado en abril, subraya que el mundo está ante la mayor “crisis del coste de la vida” en una generación, con los precios de los alimentos cerca de máximos históricos, con fertilizantes que cuestan el doble que hasta hace poco y con el petróleo y el gas disparados.
“Las personas y países vulnerables ya están siendo duramente golpeados, pero no se equivoquen: ningún país o comunidad quedará a salvo de esta crisis del costo de la vida”, insistió Guterres.