Las últimas vacunas contra el covid-19 que se tenían disponibles en el país caducaron en mayo pasado.
En Guatemala los contagios de covid-19 van en aumento, aunque las cifras oficiales no lo reflejen en el ambiente se escucha que cada vez más personas resultan positivas al hacerse una prueba casera, casos que no son registrados por el Ministerio de Salud. Pero mientras el virus se propaga, el país sigue sin vacunas contra la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió días atrás de que hay una percepción generalizada de que el covid-19 “se ha ido”, lo que es erróneo, pues cuando más circula el virus aumentan las probabilidades de que mute y sea “más severo».
Es por ello, que continúa con la recomendación a los gobiernos de que sigan invirtiendo en el monitoreo del virus y proteger a sus poblaciones del contagio, «y así estar listos para aumentos drásticos de casos de covid”, dijo Maria Van Kerkhove, directora de Prevención y Preparación para Epidemias y Pandemias de la OMS.
Entre las medidas de prevención mencionó la vacunación, principalmente a quienes están en alto riesgo de enfermar (mayores de 60 años, enfermos crónicos y personal sanitario), y deben recibir una dosis 12 meses después de la última inyección.
Sin embargo, la organización es consciente de que hay ciertos problemas de abastecimiento del biológico, pues la producción de vacunas ha bajado en el último año porque las compañías ya no apuestan por abastecer el mercado con el fármaco.
Contagios en Guatemala
Actualmente en el país predominan las variantes KP y la JN.1, lo que ha llevado al aumento de casos. Si bien, los cuadros clínicos que se observan son leves, según el reporte de Salud entre el 1 de julio y el 4 de agosto se confirmaron 5 mil 724 casos y siete muertes.
De las 103 mil vacunas contra el coronavirus que ingresaron en diciembre pasado como producto de una donación, el tablero de la Situación de covid-19 en Guatemala señala que se aplicaron 82 mil 215, entre primeras y segundas dosis y las de refuerzo. Además se colocaron 15 mil 138 como una quinta dosis.
El Ministerio de Salud informó que únicamente quedaron pendientes de colocar 354, mientras que se desperdiciaron 5 mil 293.
El biológico caducaba en mayo pasado, aun así, se aplicaron 59 dosis entre junio y agosto. Las anteriores autoridades de Salud señalaron que por indicación del fabricante se tenía una “ventana de seguridad” que permitía usarlas pasada la fecha.
Las últimas dosis que ingresaron al país lo hicieron el 24 de diciembre y eran vacunas bivalentes de la marca Moderna, la prioridad era alcanzar a la población que no había iniciado el esquema de vacunación, y las personas que estaban en mayor riesgo de contagio.
El 22.5% se utilizó para primeras dosis, 17% para completar esquemas de vacunación, mientras que el 60.2% fue para cubrir los refuerzos.
Desde que se aplicó la primera vacuna contra el covid-19, el 25 de febrero del 2021, solo el 48.11% de los guatemaltecos contemplados dentro del Plan de Vacunación contra el covid-19 tiene a la fecha el esquema completo (dos dosis).
En México la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya autorizó la comercialización de vacunas contra el covid-19, y desde diciembre pasado ya se puede adquirir en las farmacias el biológico contra las nuevas cepas del virus. Las marcas disponibles son Pfizer y Moderna, y los precios oscilan entre 845 pesos y 900 pesos (unos Q360).
Mientras que, en Guatemala la cartera de Salud informó que está en análisis la venta de dosis por parte del sector privado, esto “ante diversas solicitudes públicas”.
Además de que está «abierto un proceso para la compra de vacunas», sin embargo, en este momento lo más importante es la prevención de la enfermedad – uso de la mascarilla, lavado de manos o uso de alcohol-.
La cartera tiene asignado en su presupuesto Q44.1 millones para dosis anticovid y al 6 de agosto pasado la ejecución estaba en cero, según informe del Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin), del Ministerio de Finanzas
Virus en constante cambio
El virus que causa el covid-19 está en constante cambio, mientras que la protección de las vacunas contra la enfermedad disminuye con el tiempo, mencionó la médica Nancy Sandoval, jefe de Servicio del Departamento de Medicina Interna del Hospital Roosevelt y profesora titular Medicina Interna de la Universidad Rafael Landívar.
Refirió que estos cambios tienen escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus, pero algunas variaciones incrementan su propagación, la gravedad o influyen en la eficacia de las vacunas o los medicamentos disponibles, así como las pruebas o métodos de hacer diagnóstico.
De esa cuenta es prioridad recibir una vacuna actualizada para que pueda restaurarse y mejorarse la protección contra las variantes del virus, independiente de que se haya recibido alguna dosis antes. Agregó que la recomendación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) es recibir una dosis cada año, al igual que la vacuna contra la influenza.
Se sabe que la vacunación no solo reduce la posibilidad de complicaciones sino también la necesidad de hospitalización o desenlace fatal, como mencionó Sandoval. Además, reduce las probabilidades de sufrir los efectos del covid-19 persistente o Long covid.