No se trata de renunciar a los placeres gastronómicos propios de estos días, pero es necesario cuidarse para que las molestias estomacales no nos arruinen las fiestas.

Durante estas fechas, casi todas las celebraciones se producen alrededor de una mesa. Sin embargo, las comidas abundantes, el alcohol y los irresistibles dulces navideños pueden hacer que nuestro estómago se resienta.

Los aperitivos, las carnes grasas, las salsas, las bebidas alcohólicas y los postres calóricos son cosas que tratamos de evitar a lo largo del año, pero desde principios de diciembre y hasta entrado el mes de enero las tomamos con cierta frecuencia y, a veces, de manera más abundante de lo conveniente. Esto puede ocasionar que nuestro estómago proteste y nos haga pasar malos ratos.

La indigestión, llamada técnicamente dispepsia, es un trastorno que produce síntomas en la parte alta del abdomen, principalmente en la zona central, donde se encuentra el estómago. La dispepsia ocasiona dolor, además, las personas que la padecen “pueden sentir una sensación de llenado rápido del estómago tras comer cantidades pequeñas de comida, asociada a una sensación de digestión pesada y prolongada. Algunos pacientes con dispepsia pueden presentar también hinchazón del abdomen, náuseas o vómitos”, explican los especialistas de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).

“Los síntomas no se producen por una lesión orgánica que pueda detectarse en las pruebas endoscópicas o de imagen, sino por una alteración del sistema nervioso del tubo digestivo, que afecta a cómo el estómago siente y se mueve”, añaden.

La doctora Concepción Flores Muñoz, miembro de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), indica que no existen estudios científicos de calidad que establezcan firmemente la responsabilidad de determinados alimentos en el origen de la dispepsia. No obstante, señala que se conocen varios mecanismos que podrían explicar la relación entre la aparición de síntomas y la ingesta de ciertos nutrientes que suelen estar presentes en estas fechas navideñas.

En este sentido, la doctora destaca “el efecto irritante de ciertos aditivos alimentarios, de la cafeína y del alcohol. En Navidad, son frecuentes las comidas muy especiadas, mezcladas con ingesta de alcohol durante ellas y después”. Asimismo, hace hincapié en “la distensión excesiva del estómago asociada a una ingesta copiosa, pues las fechas navideñas se caracterizan por los excesos tanto en número de comidas como en abundancia de las mismas”.

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Flores también señala el “retraso del vaciado gástrico inducido por alimentos con un elevado contenido en grasas”. Por último, indica que durante estas fechas suele darse un incremento en la presencia de gas provocado por aerofagia (un problema producido por tragar aire en exceso) o por la ingestión de carbohidratos poco absorbibles. “La oferta de bebidas espumosas, turrones, mantecados, bombones, roscones y demás postres navideños es amplia y variada”, apunta.

Aparte de la indigestión, otro problema que puede darse debido a las abundantes comidas y cenas navideñas es la acidez. Se trata de una molesta sensación de quemazón que proviene del estómago y sube por el esófago hasta llegar a la garganta.

“En la unión del esófago con el estómago existe un músculo en forma de anillo que se llama esfínter esofágico inferior. Este músculo se relaja después de tragar alimento para permitir su paso al estómago y, posteriormente, se vuelve a contraer para cerrar el ascenso de la comida y el ácido al esófago. Sin embargo, a veces, este músculo es débil o se relaja cuando el estómago se llena, permitiendo el ascenso del contenido del estómago al esófago”, explica Pedro de María, especialista del Hospital Universitario La Paz de Madrid y de la Fundación Española del Aparato Digestivo.

Una acidez de estómago puntual puede deberse a una comida copiosa o demasiado rápida, al estrés y a hábitos poco saludables como el tabaco, la cafeína o el alcohol. La acidez también aumenta con el envejecimiento y con el embarazo. Según los expertos de la Fundación Española del Aparato Digestivo, la mejor solución farmacológica contra esta molestia son los antiácidos, que actúan y la alivian rápidamente.

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Consejos para cuidar el estómago

Los expertos de la Fundación Española del Aparato Digestivo, recomienda a las personas que padecen acidez una serie de medidas preventivas.

  1. Hacer cinco comidas al día y no saciarse
  2. Evitar alimentos como el chocolate, los cítricos, el café o la menta, el exceso de grasas, el alcohol y las bebidas gaseosas
  3. No fumar y no tener sobrepeso.
  4. Otras de sus indicaciones son elevar la parte superior de la cama unos 45 grados; dormir sobre el lado izquierdo y no acostarse hasta dos horas después de la cena.

Asimismo, para mejorar las digestiones durante las fiestas navideñas, la doctora Flores aconseja lo siguiente:

  1. Comer despacio, masticando bien
  2. Intentar no excedernos con la cantidad de comida
  3. Evitar las bebidas gaseosas y limitar el consumo de alcohol
  4. Cambiar la cafeína y la teína por bebidas sin efecto irritante
  5. Cocinar los platos principales con bajo contenido en grasa
  6. No tomar embutidos en exceso e idear postres navideños bajos en grasas y azúcares.

Además, la especialista indica que, como los síntomas de dispepsia se han relacionado con situaciones de estrés ansiedad, “lo aconsejable en estas fechas, además de todo lo anterior, es dejar a un lado las preocupaciones y reencontrarse con familiares y amigos que habitualmente no tenemos ocasión de ver, aquellos con los que nos apetece compartir, disfrutar, reír y relajarnos”.