Congelar un alimento no es sinónimo de que se vayan a destruir al completo los microorganismos que este producto pueda contener.
En muchas ocasiones nos vemos obligados a congelar alimentos. Y no es malo, al revés, nos ayuda a planificarnos en el día a día y a no tener que estar haciendo la compra constantemente. Ahora bien, no siempre congelamos los productos de la forma más adecuada.
Blanca García-Orea, máster en Microbiota Humana y especialista en nutrición clínica, dio a conocer en una entrevista la importancia de congelar bien los alimentos, un tema que trata en su último libro publicado con Grijalbo ‘Dime qué como ahora. Mejora tu microbiota, tus digestiones y tu energía’.
Destaca en primer lugar que debemos tener claro que congelar un alimento no es sinónimo de que se vayan a destruir al completo los microorganismos que este producto pueda contener. En el momento en el que el alimento vuelva a su estado natural gracias a la descongelación los microorganismos se multiplicarán de nuevo. “No se debe congelar varias veces un alimento. Esta no elimina todos los microorganismos que puede haber en el alimento. Solo ralentiza su desarrollo y los procesos de descongelación y recongelación favorecen el crecimiento de microorganismos”, advierte.
COCINAR O COMPRAR, Y AL CONGELADOR
Así, sostiene que lo importante es que al cocinar un producto, si llevamos idea de congelarlo, lo hagamos lo antes posible. “Debemos congelar igualmente una carne o un pescado nada más se haya comprado. Si se deja días en la nevera antes de su congelación pueden proliferar los microorganismos”, mantiene.
Otro punto a tener en cuenta, en su opinión, es que no se deben congelar productos que estén calientes porque esto puede descompensar la temperatura de los alimentos de alrededor, suponiendo a su vez un riesgo de seguridad alimentaria.
¿Cuál es el mejor envase a la hora de congelar los platos o productos? Dice esta nutricionista clínica que las bolsas para congelar con cierre hermético serían la mejor alternativa, al tiempo que los envases herméticos como las tarteras de vidrio, o los botes de vidrio reutilizado, pero siempre sin llenarlos hasta arriba porque al congelar alimentos ricos en agua estos aumentan su volumen hasta un 10%.
Otra de sus opciones a la hora de congelar son los alimentos envueltos en papel de cera de abeja y metidos en envases herméticos, ya que son reutilizables, y pueden sustituir al papel de film o al aluminio; y en el caso último de alimentos envasados, hacerlo en sus propios envoltorios.
TRES MESES AGUANTAN LAS PROPIEDADES EN EL CONGELADOR
En el congelador la comida ya cocinada se puede conservar unos tres meses, según prosigue. “Esto no es que a partir de este plazo ya vaya a estar malo el plato, sino que sus propiedades organolépticas o nutricionales no van a ser las mismas. El alimento en sí no es tóxico, sino que hasta los tres meses sí se garantizan intactas las propiedades”, insiste.
En cuanto a los productos comprados ya congelados su conservación depende, pero más o menos, calcula que entre seis meses y un año, aunque reitera que dependiendo de si es carne o pescado. “Es importante etiquetar cada producto que congelas con nombre y fecha. Habría que sacarlo el día anterior de la nevera”, mantiene García-Orea.
Sobre los pescados, por ejemplo, indica que los pescados blancos crudos pueden conservarse hasta 4-6 meses en el congelador, mientras que los azules crudos hasta 3 meses. El pan tres meses, los embutidos de uno a dos meses, y las frutas y verduras podrían aguantar hasta un año.
¿RECONGELAR ALIMENTOS?
“Los alimentos que se han congelado y descongelado no deben volver a congelarse, salvo que se cocinen a más de 70 grados centígrados. Marca en el envase de qué alimento se trata y su fecha de congelación”, añade.
De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los productos que se han descongelado ya una vez, tipo comidas preparadas o alimentos para la elaboración de platos, no pueden volver a congelarse a menos que se cocinen antes de volver a congelarlos.
A la hora de descongelar, esta experta dice que no se debe hacer nunca a temperatura exterior, y siempre hacerlo en el frigorífico desde el día de antes. “Si no te has acordado de sacarlo el día anterior se puede hacer en el microondas, con potencias bajas para lograr una descongelación uniforme”, añade García-Orea.
Aquí recuerda que los alimentos que pueden cocinarse congelados son: alimentos cuya etiqueta indica este tipo de descongelación, siguiendo siempre las instrucciones del producto; cremas o sopas de verduras; deben calentarse por completo, que hiervan si lo haces en fuego, y que humee en el caso del microondas.
QUÉ NO DEBE CONGELARSE NUNCA
A su vez, llama la atención sobre los productos que no deben congelarse, tales como el arroz o la pasta, las patatas, los alimentos que sean muy grasos, las salsas tipo la mayonesa, o en última instancia los fritos, las verduras que vayan a comerse en crudo, el huevo crudo con cáscara o los quesos.
A tener en cuenta igualmente es el tipo de congelador que se va a emplear en este caso, y esta nutricionista habla de elegir aquellos que cuenten con 4 estrellas, y que los alimentos se congelen a temperaturas inferiores a los 18 grados.
Ve importante también a la hora de congelar que se haga en porciones pequeñas, porque de esta manera más rápido se producirá el proceso de congelación y menor será el riesgo alimentario.