Varios aspectos despertaron las sospechas de que un cargamento de 335 toneladas de cartón, que llegó al puerto de Barcelona, España, procedente de Guatemala, contenía algo más que desechos para reciclar, pues cerca de dos toneladas de cocaína estaban ocultas en forma de pastillas entre las pacas de cartón, según una publicación del diario El País.
Las autoridades españolas informaron este lunes 2 de junio sobre el decomiso del mayor cargamento de cocaína en uno de sus puertos: casi 1.200 kilos. La droga llegó al puerto de Barcelona el pasado 12 de marzo en 14 contenedores cargados con cartón para reciclaje procedentes de Guatemala.
El tipo de producto que se descargaba en el muelle fue uno de los aspectos que despertaron las sospechas de los agentes de Vigilancia Aduanera, pues no es habitual que España reciba residuos de otros países. Más bien, sirve de tránsito para desechos plásticos que se envían a Asia o para productos electrónicos que tienen como destino África.
Además, se informó que la operación de descarga de los contenedores para los camiones que los llevarían a otro lugar fue extremadamente lenta, por lo que los agentes prestaron mayor atención al movimiento de la mercancía, que sería trasladada a una bodega industrial sin ningún tipo de infraestructura, otro aspecto que llamó la atención.
Los expertos señalan que otro fallo de los narcotraficantes en este caso fue la falta de paciencia, porque en transacciones como esta las empresas que encubren el ilícito suelen tener una apariencia legal; es decir, cuentan con una página web, un número de teléfono, trabajan con otras compañías de actividades reales y realizan varias importaciones legales antes de la que llega con la droga.
Sin embargo, El País señala que la compañía implicada en el caso hizo pocas operaciones reales de reciclaje y pocos envíos previos al que contenía los narcóticos.
“Un elemento que nos hizo sospechar fue el volumen tan grande de operaciones; importaciones de 14 o 15 contenedores son excepcionales, y más de este tipo de mercancía”, señalaron fuentes cercanas al caso, cuyas declaraciones fueron publicadas por El País.
Inspección
Al notar la lentitud con la que se descargaba el cartón, agentes de la Unidad Operativa de Tarragona del Servicio de Vigilancia Aduanera sometieron a inspección los camiones que salieron del puerto. Desmontaron las pacas de cartón, que pesaban 670 kilos, y aunque fue un trabajo minucioso —porque hubo que retirar capa por capa—, los expertos hallaron un paquete que contenía cocaína en forma de pastillas.
“La cocaína estaba muy escondida: solo 18 pastillas en cada bala —paca— de cartón, repartidas en tres bultos de seis pastillas colocadas en distintos puntos de la bala”, informó un investigador.
Se indicó que los agentes anotaron el número de referencia de la carga y se dirigieron al almacén en busca de los paquetes que coincidían con ese número. En total había 500 paquetes con esas características y también con droga, pero otro elemento les dio una pista: “Al inspeccionar uno de los positivos vimos que tenía un número de flejes metálicos distinto a otros. Probamos con otro de los que tenían esos flejes y también resultó positivo, así que acabamos separando todos los que cumplían esa condición”. Hasta ese momento, ya eran 200 kilos de cocaína.
Los investigadores comprobaron que el resto de pacas de cartón con la misma referencia tenían como destino una bodega en Camarma de Esteruelas, Madrid, un municipio con apenas 8.000 habitantes, hasta donde siguieron el rastro de los camiones.
Al llegar a la bodega, procedieron a la inspección de los camiones y constataron que también había droga: casi una tonelada más de pastillas.
“Supone la mayor aprehensión de cocaína en esta comunidad en los últimos 20 años”, informó Vigilancia Aduanera en un comunicado. Durante el operativo, las autoridades españolas detuvieron a cinco miembros de la organización, pero lo que más sorprendió fue la “inmensa cantidad de mercancía” utilizada para ocultar la cocaína: 335 toneladas para esconder dos de droga, algo como buscar una aguja en un pajar.