Expertos alertan de que, sin un plan para operar, mantener y abastecer los equipos, la inversión millonaria sería poco efectiva para el mantenimiento de la red vial del país.
A semanas de finalizar el 2024, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) publicó el Plan anual de compras y contrataciones en proceso de formulación para el ejercicio fiscal 2025. Entre las adquisiciones planteadas resalta la compra de 643 máquinas, entre buses, camiones, cabezales, grúas, cargadores frontales, camiones de volteo, excavadoras y pick ups que serán distribuidos en la Dirección general de caminos (DGC), el Fondo de conservación vial (Covial) y el Fondo social de solidaridad (FSS).
Este renglón de compra responde a la carencia de capacidad instalada del CIV. Alejandro García, exviceministro de Infraestructura, reconoce que “la maquinaria que tiene el ministerio, la mayoría, data de los años 80 y la última maquinaria que se compró es de los años 90, entonces no había maquinaria instalada para atender las 14 zonas viales”.
Jairo Sapón, coordinador de la Comisión de Infraestructura del Colegio de Ingenieros de Guatemala, considera que es una necesidad la adquisición de equipo que permita el trabajo en las zonas viales de la DGC, ya que “esas unidades tienen que equiparse, necesitan de maquinaria pesada, por ejemplo, de un cargador frontal, retroexcavadoras, y podemos hablar de excavadoras grandes, camiones de volteo de doble eje y camiones que tengan la capacidad para entrar en todo tipo de terreno”.
Recursos insuficientes para operar
Sin embargo, para que esa adquisición sea funcional hay que contar con personal capacitado en el manejo de la maquinaria (operadores), así como recursos suficientes para el mantenimiento y asignación para la compra de combustible. Los Q688.4 millones son “una alta cantidad de recursos para compra de maquinaria”, argumenta Delfino Mendoza, consultor de Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), quien considera que el CIV no está preparado para operar de manera eficiente todo el equipo que plantea tener.
En el desglose del Plan de compras 2025, la DGC proyecta adquirir Q34.6 millones en combustible y lubricantes, mientras que Covial solo Q700 mil en combustible. “Co el combustible, por ejemplo, la previsión que está haciendo de recursos no es congruente con esa cantidad de equipo: vamos a tener equipo, pero sin diesel”, señala Mendoza.
Además del combustible limitado que se plantea comprar, Mendoza resalta que en Guatemala no existen talleres ni el personal que pueda operar ese tipo de maquinaria pesada y en el mercado no hay suficiente mano de obra calificada para poder contratar y que manejen las más de 600 máquinas.
En la misma línea, Sapón puntualiza que no es posible asignarle una máquina a cualquier operador, “tiene que capacitarse para que en el debido momento también pueda reparar la máquina y tener las herramientas suficientes en el campo, es decir, los camiones y los talleres móviles para poder trabajar”.
Esto está relacionado con la capacidad técnica del CIV que se ha debilitado. Según Eduardo Cabarrus, miembro de la junta directiva de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), esto sucede en “Covial y en la DGC, sentimos que hay una urgencia en reforzarse y que la institución cuente con el elemento humano y técnico”.
Entonces, para atender los trabajos en la red vial de Guatemala contar con máquinas que funcionen es clave, sin embargo, no siempre resulta más rentable contar con equipo propio, ya que esta requiere de constante mantenimiento, así como compra de repuestos para que estén en marcha.
Añade el profesional que “muchas veces conviene más contratar una empresa que tenga el equipo y que le dé mantenimiento, ya que ellos actúan de inmediato, porque tienen el equipo en buen estado”, esto se debe a que muchas veces el Estado no puede darles mantenimiento a sus equipos.
“Un cementerio de maquinaria”
Una alternativa viable, a criterio de Cabarrus, es hacer un mapeo de las empresas que cuenten con la maquinaria que requiere el CIV para los trabajos en las zonas viales, de esta forma se pueden conocer “las capacidades, tanto de equipo como personal, que pueda tener cada empresa”.
Si el CIV no destina recursos para el mantenimiento del equipo, Sapón señala que se tendría un “cementerio de maquinaria”. “Muchas veces no existen repuestos, sucede que compran equipos que no tienen repuestos aquí en Guatemala, eso también se tendrían que evaluar, la compra de equipo que tenga los repuestos en el país”, detalla Sapón, ya que importar piezas del extranjero se traduciría en más tiempo y costos.
De acuerdo con Mendoza, si el CIV lanza las bases para adquirir equipo, la adquisición debería ser “progresiva, no comprar 400 tractores, sino comprar 50, ver cómo comenzamos a funcionar y luego vamos fortaleciendo”.
Contratos para 2025
Además, de la maquinaria, en el plan de compras para el próximo año, el CIV plantea contratar trabajos para el mantenimiento de la red vial que a criterio de Mendoza “no responden a la planificación del CIV para evitar emergencias el próximo año”. Considera que ese plan corresponde principalmente la planificación de Covial que es la entidad responsable del mantenimiento, y que es básicamente la misma que se ha hecho para los últimos años, que incluye mantenimiento red vial pavimentada, la no pavimentada,la señalización, supervisión y limpia y chapeo”. Para estos trabajos, el CIV plantea invertir alrededor de Q1 mil 279 millones.
Un elemento ausente en la planificación para el próximo año es el mantenimiento de puentes, para Mendoza este es un “peligro, máxime cuando el CIV ha manifestado que un alto número de puentes presentan daños”.
Por otro lado, un cambio en comparación con años anteriores en cuanto a la contratación de mantenimiento es que “ya no se harán las contrataciones por tramos, sino de forma territorial, por departamento, y con adjudicaciones parciales”, explica García. Entonces, los contratos “ya no están amarrados a los tramos, sino al departamento por cierta cantidad de kilómetros”, añade el exviceministro.
Mendoza considera que esta forma de adjudicar por departamentos “podría dar la flexibilidad de que en el caso se dé una emergencia, por ejemplo, en Huehuetenango, hay un contrato de mantenimiento en ese departamento, el contratista puede atenderlo y se estaría contratado muy rápido”. Además, podría ayudar a tener esos contratos a tiempo, como se había previsto que iban a convocar en noviembre, sin embargo, al momento de la publicación de este reportaje, aún no se convoca.
A contrarreloj
A la fecha, las bases de licitación para la contratación de equipo y mantenimiento no se han publicado en Guatecompras para que inicie el proceso para tener contratos vigentes en el 2025. Según el exviceministro, solo quedaba “pendiente la aprobación del parte del Consejo Consultivo de Covial, que es otra de las limitantes que todo lo que se tenga que hacer con Covial”.
Mendoza resalta que es tarea del director de cada institución hacer los procesos de licitación, sin embargo, no tienen la capacidad de tomar la decisión, “lamentablemente, y eso es lo que vimos como un problema, que se han centralizado mucho las decisiones, el director ya no tiene con la capacidad comenzar a trabajar y a licitar”.
Se contactó a la ministra interina del CIV, Paola Constantino, para conocer la situación actual de las bases de licitación y la continuación del plan de compras para el 2025, pero al cierre de este reportaje no nos brindó su postura del tema.
“Si estas licitaciones se subieran, incluso en diciembre, podemos estar hablando de que los contratos se terminan de firmar y se puede empezar los trabajos en febrero, que no es un mal mes para poder darle mantenimiento a la red vial previendo hacerlo antes del invierno”, señala García, quien considera que incluso en mayo aún es un mes aceptable para tener los contratos.
Cabarrus identifica esto como un asunto urgente, que debe realizarse en los próximos días del año. Sapón concuerda, y señala que el CIV aún está a tiempo. “Ya tendrían que haber subido las bases de licitación y de cotización para que las empresas puedan concursar. Dejarlo a final de año de nada nos sirve, a última hora queremos ejecutar el presupuesto y no se puede, tiene que ser a principio de año para que dé tiempo a ejecutar el presupuesto”, indica.
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