Los estudiantes del último año de Medicina, que realizan el EPS en hospitales y servicios de la red pública, recibirán mensual el salario mínimo no agrícola, como parte de la beca de estudios.
En el presupuesto 2025 aprobado por el Congreso de la República se establece un aumento a la beca de estudios de los epesistas de la carrera de Medicina que hacen la práctica hospitalaria urbana y rural, para que reciban lo equivalente al salario mínimo no agrícola, es decir, Q3 mil 634.59.
Los estudiantes que realizan el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) en los servicios del Ministerio de Salud reciben actualmente Q2 mil 500 por 12 meses, pero a partir del próximo año se les asignará Q1 mil 134.59 más, según el artículo 140 del decreto 36-2024. Dicho incremento será cubierto con recursos de la cartera, por lo que deberá realizar readecuaciones presupuestarias, como indica la normativa.
Para poder dar cumplimiento a dicho aumento, el ministerio informó que realizará primero los estudios económicos, financieros, actuariales y administrativos a fin de calcular el impacto que este tendría sobre el presupuesto que le fue asignado para el 2025. Partiendo de ello, hará un reordenamiento presupuestario interno para atender este compromiso y “de identificarse algún déficit” coordinará con el Ministerio de Finanzas para solicitar el apoyo financiero necesario.
Este año el Ministerio de Salud recibió a mil 588 epesistas de las distintas universidades que imparten la carrera de Medicina y para el 2025 se prevé que aumenten a mil 602, con lo que la cartera desembolsaría cerca de Q5.8 millones mensuales para cubrir el incremento de la beca de estudios.
Los epesistas están a cargo de la atención al público en los hospitales, labor que realizan bajo la supervisión de médicos residentes y jefes de servicios, Mientras que en los puestos de salud apoyan en la asistencia a la población, donde son supervisados por el personal médico encargado del lugar.
Aumento necesario
Marlon Alejandro Chúa Velásquez, estudiante del sexto año de Medicina, en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), hizo su práctica en la comunidad de Chicoyoj, Santa Cruz Verapaz, Alta Verapaz, y en su experiencia señala que el dinero que reciben como parte de la beca de estudios les permite cubrir “poco más que la renta” mensual en el lugar a donde son asignados.
Hay que considerar que para trasladarse a los servicios tienen que pagar transporte, y si utilizan vehículo propio, gastar en combustible. Además del pago de la alimentación.
“Es más complicado entre más lejos de áreas urbana se encuentre el centro asignado. Hay puestos con muy difícil acceso por el estado de las carreteras o la falta de un camino directo a las comunidades. El transporte colectivo es intermitente y los costos por día son similares al gasto que se hace al utilizar vehículo propio”, menciona Chúa Velásquez.
Agrega que el gasto en comida varía según el lugar en donde se encuentren, pues no todas las comunidades tienen mercado local, lo que los obliga a viajar a las cabeceras municipales para abastecerse.
El incremento en la bolsa de estudios será positivo, según Chua Velásquez, “en parte para la familia, que es la que realiza el sacrificio de apoyar económicamente a los estudiantes”.
Un catedrático de la carrera de Medicina de la Usac menciona que la cantidad que reciben los epesistas como parte de la beca de estudios es poco para la responsabilidad que tienen sin ser un médico colegiado, además del pago de alojamiento, comida y otros gastos que deben de hacer al realizar la práctica rural.
“El aumento salarial, por supuesto que es positivo. Algo es algo, pues son menos de US$450 al mes. Pero, ni modo, son aún estudiantes, a quienes el Ministerio de Salud impone cargas de trabajo y de responsabilidad enormes”, dice el docente.
Atrasos
Son 12 meses los que estudiantes deben cubrir del EPS, la mitad del tiempo es servicio hospitalario y el resto en puestos y centros de salud, Centros de Atención Permanente, Centros de Atención Materno Infantil y centros de salud municipales en el área rural.
Deben recibir mensualmente lo que corresponde a la beca de estudios. Sin embargo, los desembolsos no son puntuales, hay atrasos de varios meses, lo que ha sido denunciado por los epesistas en varias ocasiones, pues el dinero que reciben les ayuda a costear gastos de hospedaje, alimentación, transporte y pago de teléfono, entre otros.
Los estudiantes señalan que se debe mejorar no solo en el tema de los desembolsos puntuales, sino también en la firma y proceso de registro de los contratos que deben hacer para realizar la práctica en los servicios de salud pública.
El beneficio del incremento en la beca de estudios es para los epesistas de la carrera de Medicina de la Usac y de las universidades privadas. El EPS hospitalario y rural son las dos últimas actividades que los estudiantes debe realizar antes del cierre de pensum.
Retos
Al momento de realizar el EPS rural los estudiantes se enfrentan a distintos retos, y el principal es la barrera lingüística, pues en la mayoría de las comunidades se hablan idiomas mayas.
Lo inaccesible de los lugares también representa un desafío, pues hay dificultad para movilizarse hasta los servicios de salud, y viajar a la capital para presentarse a evaluaciones en la universidad, realizar trámites de papelería y otras actividades académicas. La población también sufre por esa lejanía, al tener que movilizarse para recibir atención médica.
En los puestos y en los centros de salud los recursos son limitados, hacen falta medicamentos e insumos, pese a que se hace la solicitud para el abastecimiento, la burocracia impide que se tengan los recursos necesarios para poder atender a la población. Pero también la infraestructura es deficiente, según los estudiantes.
Los epesistas mencionan la falta de preparación del pernal de enfermería que está en los puestos, a quienes se les recarga el trabajo con llenar papelería. El material didáctico es escaso, como también las actividades de involucramiento social y educación en salud en las comunidades.