Dormir bien es esencial para el buen funcionamiento del organismo y para mantenerte saludable. Estas cuatro soluciones naturales te permitirán combatir el insomnio sin recurrir a los fármacos.
Si duermes poco o mal, todo tu cuerpo puede verse afectado. La falta de descanso adecuado puede tener consecuencias en el humor y en la concentración. Los problemas regulares con el sueño podrían suponer un mayor riesgo de padecer depresión, obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.
Algunos cambios sencillos en los hábitos podrían tener un impacto notable en la calidad del sueño y ayudar a evitar el insomnio sin la necesidad de tomar medicamentos. Algunos de ellos son:
Practicar una actividad física
La práctica deportiva beneficia el organismo de muchas maneras y tener un sueño de mayo calidad es una de ellas. Una sesión de ejercicios de 30 minutos puede reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño y ayudar a dormir más tiempo, informa la Fundación del Sueño.
Los efectos de la actividad física en el organismo, sin embargo, son más notables cuando la persona mantiene un programa regular. La práctica constante de ejercicios —a partir de cuatro semanas— permite que las personas con insomnio se duerman más rápido, duerman más y disfruten de una mejor calidad de sueño, detalla el ente estadounidense.
Es importante tener en cuenta, sin embargo, que la actividad física libera endorfinas, las cuales nos llenan de energía y nos hacen sentir despiertos. Así, se recomienda ejercitarse más temprano en el día y evitar hacerlo dentro de las dos horas antes de acostarse, agrega The Express.
Establecer un horario de sueño
Los muchos quehaceres de la vida moderna a menudo impiden a las personas mantener un horario fijo para acostarse y despertarse. Pero tener un horario de sueño establecido —y cumplirlo— es muy importante para hacer que el cerebro y el cuerpo se acostumbren a dormir las horas que necesitan.
“Independientemente de si es un día laborable o un fin de semana, intenta despertarte a la misma hora, ya que un horario fluctuante evita que entres en un ritmo de sueño constante”, recomienda la Fundación del Sueño.
¡Ojo con las siestas! Si bien pueden ayudar a recuperar energía durante el día, podrían tener un impacto en el sueño por la noche. Para evitar que las siestas interfieran con una buena noche de sueño es importante mantenerlas relativamente cortas y limitadas a las primeras horas de la tarde.
Alimentarse bien
Mantener una dieta equilibrada es esencial para la salud general del cuerpo y tiene un papel especial en nuestro sueño. Un estudio de 2019 mostró que una dieta rica en carbohidratos refinados podría aumentar la probabilidad de desarrollar insomnio.
Además de seguir una dieta saludable, se recomienda evitar una comida abundante una o dos horas antes de acostarse, ya que puede provocar indigestión o acidez estomacal, lo que provocará malestar e interferirá en la calidad del sueño.
En las horas que anteceden el sueño se recomienda también abstenerse del alcohol y de la cafeína. Las bebidas con estas sustancias pueden hacer que sea más difícil adormecer y afectar la calidad general del sueño, subraya el tabloide británico.
Relajarse
Para que el cerebro se encuentre en un estado tranquilo cuando nos acostamos a dormir, se recomienda terminar las tareas más exigentes más temprano en el día y no dentro de un par de horas antes de dormir.
Es importante, además, mantener condiciones ideales de sueño en la habitación. Los especialistas recomiendan que el cuarto sea completamente oscuro, sin ruidos y que se mantenga a una temperatura agradable.