Arturo Samayoa es un personaje omnipresente en los puertos desde el gobierno del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), y aunque ha tenido altibajos durante algunos años, como durante la administración del Partido Patriota, cuando Juan Carlos Monzón y Roxana Baldetti intentaron arrebatarle sus empresas, al final siempre logra posicionarse con algunas de sus empresas proveyendo distintos servicios a las dos portuarias que operan en el país.
En el primer año de gestión del Presidente Alejandro Giammattei, la situación fue difícil para las empresas de Samayoa, pero la suerte cambio y los contratos regresaron este año con la alianza oficialista en el Congreso entre VAMOS de Giammattei, VALOR de Zury Ríos y los diputados leales a Sandra Torres, encabezados por el diputado Estuardo Vargas, en compensación por sus votos.
Con la sombra de Guillermo Sosa tras las portuarias, las empresas de Samayoa están recuperando los contratos que les habían sido entregados a sus competidores.
Desarrollos Portuarios, S. A. (Depsa), una de las empresas vinculadas a Samayoa, obtuvo un nuevo contrato para la “prestación de servicios de vaciado, llenado, inspección ocular, desestiba y estiba de mercaderías en bodega, anexos y patios de inspección”, un servicio que tiene que ser pagado por los empresarios que exportan sus mercaderías.
En ese concurso solo participó la empresa de Samayoa, que ofertó Q3 millones por el servicio por 30 meses. Aunque esta oferta es relativa, ya que depende del total de contenedores que opere la portuaria. Así, por ejemplo, con el anterior contrato firmado en 2017, durante la administración de Jimmy Morales, la empresa ha recibido hasta la fecha pagos por Q16 millones 386 mil 990, aunque la oferta presentada fue por Q1.5 millones.
En este nuevo concurso adjudicado a Depsa, de Samayoa, no compitió ninguna otra empresa como sucedió con la anterior licitación, realizada en 2017, cuando habría incurrido en colusión por poner a competir a dos de sus compañías, Depsa y Serviestiba.
Con este nuevo contrato adjudicado, Samayoa se garantiza estar al menos dos años y medio más en la Empornac, ya que el concurso es para 30 meses de servicio.
Además, ha logrado mantener desde 2019 el servicio de básculas en la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ), que le fue adjudicado durante el gobierno de Jimmy Morales, a pesar de que esa licitación recibió más de diez inconformidades por parte de empresas rivales.
Viejos socios
Arturo Samayoa empezó a operar en Puerto Quetzal y Puerto Santo Tomás de Castilla a mediados de los 90, cuando fundó Negocios Portuarios, S. A. (Neporsa), constituida el 25 de julio de 1996. Actualmente, Grupo Neporsa presta un amplio catálogo de servicios portuarios por medio de diez empresas: Neporsa, Contraporsa, Servibásculas, Open Inter, Depsa, Sertesa, MS&L, Data Expert, Administradora Operativa, Constructora A+A y Setsa.
Pero fue hasta el gobierno de Alfonso Portillo (2000-2004) que se convirtió en un gran operador de negocios con los puertos, cuando se alió con Leonel Montejo y Julio Girón, gerente general y presidente de la Empresa Portuaria Quetzal, respectivamente.
Desde entonces, las empresas de Samayoa se han apoderado de los servicios de las básculas de pesaje de carga, estiba, desestiba, inspección ocular, revisión, verificación, vaciado y llenado de contenedores, así como servicios de seguridad y vigilancia mediante cámaras de video, tanto en la Empornac como en Puerto Quetzal.
De 2009 a la fecha, Neporsa ha obtenido contratos de pesaje de carga mediante básculas en ambos puertos estatales por Q57 millones 396 mil 840.68, según el portal de compras públicas Guatecompras.
Data Expert, S. A., otra empresa de Samayoa, ha obtenido contratos por Q112 millones 282 mil 982.35 de 2011 a la fecha, en ambas portuarias, por el arrendamiento de equipos para controlar el funcionamiento interno de la Empornac mediante videocámaras, según Guatecompras.
Mientras que Servicios de Estiba del Norte, S. A. (Serviestiba), ha obtenido contratos por Q29.2 millones de 2009 a la fecha, para prestar servicios de vaciado, llenado, reacondicionamiento de mercaderías de contenedores y furgones en las bodegas de la Empornac.
En tanto, Depsa obtuvo contratos por Q16 millones 386 mil 990 desde 2017, además de la adjudicación por Q3 millones, que podría significar mucho más, dependiendo del movimiento de contenedores.
El resbalón con el PP
En 2014, durante la administración del presidente Otto Pérez, Samayoa vio peligrar sus negocios en los puertos estatales, debido a una disputa con la vicepresidenta Roxana Baldetti y su secretario privado, Juan Carlos Monzón, quienes le exigían que les cediera el control accionario de sus empresas portuarias a cambio de concederle más negocios, a lo cual Samayoa se negó, lo que ocasionó que a su empresa MS&L le cancelaran el contrato para operar una terminal de contenedores que subarrendaba en Puerto Quetzal.
En junio de 2015, el mandatario Otto Pérez y su equipo realizaron una inspección a las instalaciones de Puerto Quetzal, para investigar una denuncia de que salían furgones sin pagar impuestos mediante una puerta que daba directamente a la carretera, sin control de la SAT.
“Tenemos información de que en este lugar hay personal de aduanas hasta las 10 de la noche; luego ya no había control. Se nos confirmó que por la noche salían furgones. Desde hoy quedan selladas estas cinco puertas. Con esto, cualquier persona que ingrese y egrese deberá hacerlo por la puerta principal, como debe de ser”, explicó Pérez en una conferencia de prensa.
El área clausurada era una terminal dada en usufructo a Cobigua, pero subarrendada y operada por la empresa Mega Services & Logistic, S. A.
(MS&L), propiedad de Samayoa. Pérez Molina ordenó a las autoridades del Puerto Quetzal que rescindieran el contrato con MS&L.
Los rumores de que MS&L y Samayoa operaban una terminal que tenía una puerta que daba directamente a la autopista a Puerto Quetzal y que permitía la salida de “furgones en fly” (furgones voladores) sin pagar impuestos venían desde la administración de Leonel Montejo y Julio Girón, entre 2000 y 2003, cuando Samayoa se convirtió en un gran operador de negocios, señala un antiguo empleado de la Portuaria, cuyo nombre se omite por razones de seguridad.
“Era vox populi que Samayoa tenía negocios con Montejo. Samayoa siempre ha sido muy hábil y se entiende con cada gerente que llega a la Portuaria para seguir con sus negocios”, agrega.
El retorno de Montejo y Samayoa
Durante el gobierno de Pérez Molina y Baldetti, sus negocios en los puertos decayeron, pero con la administración de Jimmy Morales los contratos regresaron viento en popa, gracias al retorno de Leonel Montejo, quien mantenía nexos cercanos con el mandatario y controlaba la Empornac por medio de su expresidente Bayron Monterrosa, un excorredor de seguros portuarios.
Leonel Montejo es un auditor que entró a trabajar a la Empornac como cheque de mercadería en 1976 y que entre 2000 y 2004 fue gerente general de la EPQ. Fuentes cercanas a la Presidencia afirman que Montejo tuvo acceso al mandatario Jimmy Morales por medio del diputado Édgar Ovalle, ex secretario general de FCN-Nación y quien está prófugo de la justicia acusado en el caso de las masacres ocurridas en la Base Militar de Cobán, Alta Verapaz, durante el conflicto armado.
Montejo logró el nombramiento de su sobrino Eduardo Andrés Castro Montejo como subsecretario de Asuntos Políticos en la Secretaría Privada de la Presidencia, a la sombra de Jimmy Morales en la mayoría de sus actividades. Su padre, Celwin Eduardo Castro Alvarado, un capitán de navío retirado, fue propuesto por Montejo para ser subgerente de la EPQ, pero al no lograr su nombramiento fue contratado como asesor de gerencia general de la Empornac, entre febrero y mayo de 2016. También fue enlace entre el Ministerio de Agricultura y las entidades portuarias entre junio de 2016 y diciembre de 2018. Su medio hermano, Hugo Sarceño Orellana, es el alcalde de Puerto Barrios, Izabal.