La reciente aprobación del Día de la Biblia para conmemorar el texto sagrado, con el respaldo de 117 diputados del Congreso de la República, ha generado diversas opiniones entre los representantes de la Iglesia en Guatemala.

La norma establece que el primer sábado de agosto de cada año se debe conmemorar como día nacional, e impulsar actividades sociales para evocar las Escrituras.

El Arzobispado de Guatemala consideró “hasta cierto punto innecesario” que se haya aprobado la iniciativa, al sostener que debe existir una separación entre Iglesia y Estado.

“Como Iglesia católica del Arzobispado de Santiago de Guatemala, consideramos que debe haber una sana separación entre Iglesia y Estado, entre situaciones de índole religiosa y el Estado. Y el Congreso de la República tiene la función de crear leyes que sean a favor de la salud, la educación y el bienestar social”, indicó el presbítero Luis René Sandoval, director de Comunicación del Arzobispado.


Separación entre Iglesia y Estado

Sandoval explicó que la Iglesia católica dedica todo septiembre a celebrar a San Jerónimo, primer traductor de la Biblia del hebreo y griego al latín. Otras denominaciones cristianas, añadió, consideran septiembre como el Mes de la Biblia, porque hacia 1568 se realizó una de las primeras traducciones del texto sagrado: la Biblia del Pozo, también conocida como Biblia de Kittel, en alemán.

“Durante septiembre hay varias conmemoraciones en torno a la palabra de Dios y la Biblia, pero lo hacemos desde el ámbito religioso, donde debe situarse. Consideramos innecesario que una institución que crea leyes a favor de la sociedad deba exagerar con un Día de la Biblia”.

“Tradicionalmente se dice: ‘Zapatero a tus zapatos’, es decir, que cada uno debe actuar dentro de su ámbito. Tiene que haber una sana separación entre temas religiosos y temas sociales”, concluyó.

Alianza Evangélica respalda la ley

Por el contrario, el pastor César Augusto Ayala, presidente de la Alianza Evangélica, declaró estar totalmente a favor de la norma y respaldó el actuar de los diputados.

“Indudablemente, nuestra postura es halagar la decisión. Primero, porque Guatemala es un pueblo tradicionalmente temeroso de Dios. Segundo, porque tanto para católicos como evangélicos, la Biblia es el libro que rige la vida de las personas”, afirmó Ayala.

Entre sus razones para apoyar la decisión está que consideran que la norma “reconoce la palabra de Dios”, lo que implica ponderarla y honrarla.

“Nosotros respaldamos al 100% el Día de la Biblia, porque —como ya lo expliqué— contiene la forma en que debe conducirse el ser humano, cómo conocer a su Creador, y cómo seguir las normas de vida que ese Creador ha dado”, agregó.

Frente a las críticas, Ayala defendió que las creencias individuales dependen del credo religioso, y que eso se respetaba.

“Estamos de acuerdo en que no se están excediendo en sus funciones, sino que están reconociendo algo que por años ha sido parte de la población guatemalteca. Es raro —yo diría que casi no existe— una sola familia donde no haya un texto sagrado con la palabra de Dios”, aseguró.

A su criterio, la ley que instituye una fecha específica para la conmemoración no contiene “nada que sea contraproducente”, ni que contravenga los principios del Estado.