El director general del Sistema Penitenciario, Sergio Vela López, asegura que éste está colapsado y abandonado desde hace más de 30 años. Por ahora trabajan para retomar el control en las cárceles.
El titular de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), Sergio Vela López, conversó con Prensa Libre acerca de los desafíos que existen para retomar el control de las 23 cárceles del país.
Habló sobre los permisos autorizados por anteriores autoridades para que los privados de libertad, vinculados con pandillas, construyeran dentro de las prisiones e introdujeran todo tipo de electrodomésticos.
Pero también se lamentó del poco presupuesto con que cuenta el Sistema Penitenciario, aunque dijo que mejorarán la infraestructura penitenciaria, se dotarán de tecnología y aumentarán la cantidad de guardias a partir de la depuración de personal que ya efectúan.
Adelantó que la cárcel de El Infiernito será remozada y entregada en un plazo de 30 días. Así como esta, otras prisiones pasarán por la misma situación.
¿Cómo encontró el sistema penitenciario?
Hallamos una institución totalmente colapsada. Con un presupuesto topado, que no alcanza para hacer la proyección que tenemos. El presupuesto es de Q647 millones para los 23 centros y el funcionamiento de la Dirección General que abarca a más de 5 mil 500 empleados. Ahí va inmerso el tema de salarios, funcionalidad y alimentos de los privados de libertad. En esos tres grandes rubros se distribuye el presupuesto.
Las primeras acciones fue el traslado de reos ¿Por qué?
Los traslados que se hicieron de Santa Teresa a Fraijanes I se desarrollaron porque teníamos espacio y estas privadas de libertad ya cumplían condena en un centro preventivo.
Otro movimiento grande que se hizo fue del preventivo de la zona 18, específicamente con integrantes del Barrio 18, a Fraijanes II. Se hizo también porque se contaba con espacio para agregar más privados de libertad.
Igual se trasladó, hace poco más de un mes, a voceros de la granja penal Canadá, porque había denuncias de abusos de parte de éstos – cobro de talacha -, por lo cual los quitamos y trasladamos a otros centros de manera aislada.
¿Hubo un pacto entre los dos gobiernos anteriores y las pandillas?
Sí. Entramos en El Infiernito y se pudo constatar porque sacamos refrigeradoras, aires acondicionados, lavadoras, secadoras, entre muchos objetos más. Sí había ciertas construcciones adentro, que es lo de lo que estamos ahorita demoliendo.
Sí ha sucedido en anteriores administraciones que fueron permisibles para que los privados de libertad pudieran hacer construcciones dentro de los centros de privación de libertad.
¿Entonces las cárceles del país están tomadas por los reos?
En algunos centros encontramos esa situación, por eso en el plan de los 100 días requisamos todos los centros, que era la proyección que teníamos, y también regresamos nuevamente una, dos o tres veces a la misma prisión.
Esto lo hicimos para retomar el control de cómo estaba anteriormente. Esto nos sirvió para hacer analizar la infraestructura y los movimientos que podíamos hacer, tal cual fue como el que se hizo con los privados de la granja penal Canadá o El Infiernito. Lo hicimos para retomar el control y volverlo un centro de alta seguridad.
¿Este tipo de permisos a la Mara Salvatrucha o la pandilla del Barrio 18 fue para mantener la tranquilidad adentro y fuera de las prisiones?
En algún momento creo que tal vez mis antecesores lo hicieron con esa finalidad o pueda ser también que lo hayan hecho con el fin de adquirir algún beneficio propio. No sabría decirlo con exactitud. Sin embargo, vamos en la vía de que esos permisos no sean avalados más.
Vamos en la ruta de que no se permitan ese tipo de acciones en el que el privado de libertad siga construyendo dentro de los centros, salvo que sea un proyecto para rehabilitación.
¿Hay centros carcelarios de los que no tienen control?
No es que no tengamos el control de los centros. Siempre se tiene, pero evidentemente antes se permitió que pasaran cosas con mucha libertad. Es en eso que nos estamos enfocando y evitar que sigan ingresando objetos ilícitos a los centros de privación de libertad.
Hay una confusión entre guardia penitenciario y privado de libertad. Por eso es por lo que le apuntamos a la depuración del guardia. Hoy mismo – 5 de junio de 2024 – salió la convocatoria para 500 nuevos guardias. El objetivo es capacitar y profesionalizarlos en el área penitenciaria y así renovar al personal depurado.
Así como El Infiernito ¿Cuál otra prisión está en similares circunstancias?
Vamos a tomar el control de todos los centros. Vamos con unos que ya tenemos proyectados y analizamos que esto lo vamos a trabajar junto con la embajada de los Estados Unidos para la implementación del nuevo modelo de renovación penitenciaria.
¿Qué tipo de estructuras criminales son las que tienen el control de estas prisiones?
Hay estructuras que operan desde adentro y que son las que adoptan al guardia penitenciario y lo involucran, por medio de dádivas, a los actos de corrupción. Vamos a la depuración del guardia porque desde ahí es donde empieza el descontrol de los actos y el tema de ingresos de objetos ilícitos.
¿Y es así como explican el ingreso de animales a El Infiernito?
Lógicamente esos animalitos ingresaron por la puerta principal y con la ayuda de la guardia penitenciaria, porque no puede ser de otra forma. No se puede entrar un caimán o un ave oculto debajo de la ropa. Eso requirió de complicidad.
¿Para qué ingresar un caimán? ¿Con qué fines se hizo esto?
Lo tenían como mascota porque realmente no eran grandes. Es una situación que no debería de suceder.
¿Denunciarán a directores de cárceles y alcaides por lo que se ha evidenciado?
Sí. Trabajamos la denuncia de lo que sucedió en El Infiernito para que el Ministerio Público realice sus investigaciones para sancionar a los responsables penalmente.
¿Las denuncias alcanzarán a antiguos directores del sistema penitenciario?
Es posible que la denuncia los alcance, pero será el ente investigador que desarrolle su trabajo y deduzca responsabilidades
¿Y qué van a hacer en El Infiernito en estos días?
Seguimos en búsqueda de caletas y buzones. Trabajamos con nuestros arquitectos e ingenieros para el diseño de un plano para hacer el remozamiento y volverlo realmente un centro de alta seguridad.