Un nuevo informe asegura que el costo de una dieta saludable en esta región es el más alto del mundo.

Más de 131 millones de personas en América Latina y el Caribe no pudieron acceder en 2020 a una dieta saludable, cuyo costo en la región es el más alto del mundo, alertó la ONU en un nuevo informe.  

La cifra equivale al 22,5 por ciento de la población regional y representa un incremento del 8 por ciento respecto al año previo, según el reporte “Panorama regional de la seguridad alimentaria y nutricional”, elaborado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y otras cuatro agencias de la ONU.

De acuerdo con el comunicado emitido por las organizaciones, el costo promedio de una dieta saludable en la región “se estima en US$3,89, el más alto en comparación con otras regiones del mundo y también superior al promedio global (US$3,54)”, agrega el informe.

El alto valor para acceder a alimentos saludables y nutritivos “afecta particularmente a las poblaciones vulnerables, pequeños agricultores, mujeres rurales y poblaciones indígenas y afrodescendientes, las cuales destinan un mayor porcentaje de ingresos a la compra de alimentos”, explicó Rossana Polastri, directora regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que también participó en el reporte.

El reporte reveló también que el aumento de precios internacionales de alimentos experimentado desde 2020, especialmente después del inicio del conflicto en Ucrania, y el alza en la inflación  alimentaria que se encuentra por sobre la general, han incrementado las dificultades para que las  personas puedan acceder a una dieta saludable. 

Entre el 2019 y el 2021, la cifra de hambre en la región aumentó en 13,2 millones, alcanzando un  total de 56,5 millones de personas con hambre en 2021, situación que también fue afectada por el  impacto de la pandemia causada por la COVID-19. 

Asimismo, detallan que este fue un incremento liderado por América del Sur,  donde 11 millones de personas adicionales padecieron hambre. Entre los años mencionados, el hambre  alcanzó una prevalencia del 7,9  por ciento en América del Sur, 8,4 por ciento en Mesoamérica y 16,4 por ciento en el Caribe.  

Con respecto a la inseguridad alimentaria moderada o grave, en 2021 el 40,6 por ciento de la población  regional experimentó esta situación, en comparación a un 29,3 por ciento de la población a nivel mundial.  La inseguridad alimentaria severa también es más frecuente en la región (14,2 por ciento) que en el mundo  (11,7 por ciento). 

“Una paradoja considerando que la región podría producir alimentos para más de 1 mil 300 millones de personas, que es casi el doble de la población que tenemos en la región”, dijo Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

Lubetkin sostuvo que “la diversificación de la producción de alimentos nutritivos es un elemento clave para hacer que las dietas saludables sean accesibles para todos”.