El Gobierno alemán lanzó hoy su campaña denominada “80 millones, unidos en el cambio energético”, orientada a tratar de convertir a sus ciudadanos en “ahorradores de energía”, tanto en lo doméstico como en el ámbito laboral y con un catálogo de trucos orientados a bajar el consumo.
“No se trata de oler mal o de ducharse menos, sino de hacerlo pensando en la eficiencia energética”, afirmó el ministro de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, al presentar su campaña, acompañado de representantes de la gran industria y las PIMES, así como poderes municipales.
El criterio básico es avanzar hacia la máxima eficiencia enérgica, mejorando el aislamiento térmico en el hogar -principalmente en puertas y ventanas-, impidiendo su calentamiento en verano -con cortinas o persianas- o sin pretender pasar el invierno a temperaturas veraniegas, con una calefacción excesiva.
“Invitamos a todos los ciudadanos a participar en el objetivo común, a partir de esfuerzos asumibles”, aseguró Habeck, con rango de vicecanciller en la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales que lidera Olaf Scholz.